La Argentina sigue demostrando con cifras que es uno de los países de América Latina que posee los niveles de consumo más altos del continente. Se deba a que su alto índice poblacional realiza actividades laborales, económicas y domésticas que implican un alto consumo de energía eléctrica. La demanda eléctrica batió récord en julio pasado.
La demanda de energía eléctrica subió 6,9% en julio último con relación a igual mes de 2017, la más alta en términos nominales de la historia, informó la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (Fundelec).
Con temperaturas menores a las de julio de 2017, el ascenso se presentó tanto en los usuarios residenciales y comerciales de todo el país, mientras que descendió en los grandes y los medianos usuarios como los industriales.
Así, julio de 2018 tuvo un consumo récord y, a su vez, representó la demanda más alta en términos nominales de toda la historia, luego de enero de 2017 (12.442,3 GWh) y enero de 2018 (12.334,3 GWh).
Asimismo, el mes pasado marcó un ascenso que se relaciona con aspectos estacionales debido a que se registró una temperatura menor a la media histórica y, además, representó el aumento porcentual más importante del año.
Así, los primeros siete meses del 2018 cerraron con un incremento del 2,6% respecto de 2017 y, en el detalle, sólo dos meses mostraron descensos: enero (-1,7%) y mayo (-1,6%), detalló Fundelec.
El sistema eléctrico de la Argentina es estable y, hasta el momento, no presenta fallas importantes. El detalle radica en que su sostenibilidad a largo plazo podría verse afectada por una eventual indexación de las tarifas eléctricas de acuerdo al aumento de la inflación. Eso sucedería si el Gobierno aprueba otro tarifazo sobre el consumo eléctrico.
Una medida de este tipo podría suponer otro golpe al bolsillo de los argentinos, pues no se descarta que se anuncie un aumento de hasta el 30% en las tarifas.
Fuente: Fundelec