La demanda global por oro subió un 8% en el primer semestre, hasta sus niveles más altos desde 2016, conducida por compras de bancos centrales y por un aumento de la inversión en fondos cotizados en bolsa respaldados por el metal (ETF), dijo el Consejo Mundial del Oro (WGC, por su sigla en inglés).
Sin embargo, los inversores minoristas no adquirieron tantos lingotes y monedas debido a la rápida aceleración de los precios, indicó el WGC en su reporte Tendencias en la Demanda de Oro.
Tras la escalada a máximos de seis años por sobre los u$s 1.400 la onza, las ventas del metal llevaron a un auge los niveles de segundo uso, con una alza de 6% en el suministro global, dijo el Consejo. Incluso hay analistas que afirman que la suba se encuentra recién en su inicio.
El interés mundial por el lingote fue de 2.182 toneladas entre enero y junio, desde 2.021 toneladas del mismo período del año pasado, según el WGC. En el segundo trimestre, la demanda fue de 1.123 toneladas respecto a las 1.039 de abril-junio en 2018.
«Creemos que se van a mantener los factores que apuntalan los flujos hacia los ETF y las compras de los bancos centrales, incluyendo una política monetaria más expansiva e incertidumbre geopolítica», dijo Alistair Hewitt, jefe de inteligencia de mercado del WGC, a la agencia Reuters.
«Sin embargo, la demanda del consumidor podría ser algo débil en la medida que la gente se adapta a un nivel de precios más alto», agregó.
El oro es considerado una inversión segura en tiempos de incertidumbre. Políticas monetarias más expansivas presionan a la baja los rendimientos de los bonos, lo que aumenta el atractivo del lingote, que no rinde intereses.
El WGC dijo que los bancos centrales adquirieron 224,4 toneladas de oro en el segundo trimestre, con lo que en la primera mitad del año las compras sumaron 374 toneladas, desde 238 toneladas en el mismo período de 2018, el mayor volumen para un primer semestre desde al menos 2000.
Las tenencias del metal en los ETF aumentaron en 67,2 toneladas en abril-junio y 107,5 toneladas en el primer semestre a un máximo de seis años de 2.548 toneladas, según el reporte.
Pero las compras de barras y monedas se redujeron un 12% en abril-junio a 218,6 toneladas ante un derrumbe de la demanda china. El total del primer semestre se ubicó en 477 toneladas, mínimo en una década.
Fuente: Ámbito