Esos recursos favorecerán el incremento de la productividad y la competitividad en el promedio de los rubros económicos, que se calcula en un 21,8% acumulado hasta 2030, según funcionarios de Energía.
Otros impacto medibles, añaden, serán el ahorro económico (67 millones de toneladas equivalentes de petróleo en los próximos doce años), y beneficios ambientales (la reducción de 110 millones de toneladas de emisiones de CO2, en igual lapso). “Las políticas de ahorro y ciencia sustentarán el 55% del ahorro energético total que se estima para el período 2017-2030 en el conjunto de la economía”, dijeron fuentes de la cartera que conduce el ministro Juan José Aranguren.
La inversión estatal en la materia alentará nuevos sistemas de gestión de la energía en empresas: el objetivo es alcanzar a 284 en total hasta 2030, a un promedio de U$S 25.000 por certificación.
El Fondo Argentino de Eficiencia Energética (FAEE) prevé a su vez apoyar unos 360 proyectos entre el año próximo y 2020, con un encaminamiento promedio de US$ 150.000 en cada caso.
Este año el fondo ya aprobó 54 iniciativas de Pymes por US$ 4,3 millones, y para 2018 se espera incorporar nuevos sectores, como transporte y turismo, y sumar a cooperativas y asociaciones civiles.
Fuente: Télam
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