Según Julio Ríos Gómez, titular del Servicio Geológico Minero
Al frente del Segemar, el histórico dirigente tendrá la responsabilidad de integrar las políticas gubernamentales, las demandas de las provincias y las operaciones de las empresas. El organismo pondrá a disposición toda la información que recolectó en los últimos 50 años.
Tal vez una de las personalidades más conocidas en el ambiente minero argentino sea Julio Ríos Gómez. Geólogo y dirigente en varias áreas del segmento, en febrero se convirtió en el nuevo titular del Servicio Geológico Minero (Segemar). Presente en Jujuy para el V Seminario de Litio, retrata que él mismo se mostró en parte sorprendido cuando lo propusieron para el cargo, ya que no trabajó con el equipo gubernamental en lo que se refiere a la programación de políticas mineras o industriales.
Sin embargo, lo une una buena relación con Daniel Meilán, el secretario de Minería de la Nación. “Siempre fui un acérrimo defensor de la minería federal y creo que este puesto tiene mucho que ver con mi ideología y la posibilidad de llevarla a cabo a través del manejo de 11 delegaciones diferentes ubicadas en distintas provincias”, relata el directivo en diálogo con El Inversor Energético & Minero.
Su nuevo cargo tendrá una misión importante: volver a ubicar a la minería como un motor para el desarrollo del país. Para eso, el Segemar será el nexo entre las decisiones gubernamentales, las demandas de las provincias y las operaciones de las empresas. “Las provincias son las dueñas de los recursos naturales que poseen y las empresas mineras necesitan del servicio técnico que nosotros tenemos la obligación de brindarles”, enfatiza Ríos Gómez.
La quita de retenciones fue el primer paso hacia esa meta. En un escenario signado por precios bajos y costos altos, los capitales que ingresaban al país no podían replantear sus dividendos y existían trabas para importar bienes. “Nuestra primera misión fue liberar esta situación, que se concretó definitivamente con la salida de las retenciones para todo tipo de concentrado mineral. Se debía sacar la presión y abrir caminos”.
El litio propone pensar que la Argentina puede retornar a las condiciones que le dieron la posibilidad de atraer grandes jugadores del mercado. Allí entran a jugar un rol determinante las instituciones, entre las que se encuentra el Segemar. “Debemos dotarnos de seriedad y poner en acción el servicio geológico y minero argentino. Junto con el INTI buscaremos nuevas aplicaciones para el mineral, recurso estratégico para nosotros”, comenta el dirigente.
Dependiente de la cartera de Minería, el organismo consta de dos patas institucionales: la base científica con el Instituto de Geología y Recursos Minerales, y la plataforma técnica con el Instituto de Tecnología Minera. De esa manera, se encarga de realizar estudios y proyectos para facilitar el diseño de políticas mineras y maneja información de todos los yacimientos que hay en el país, qué riqueza encierra cada uno, cuán factible es su actividad extractiva y cómo se distribuye el mapa de recursos mineros del país.
En el pasado, su instrumentación perdió peso con el tiempo. Recuperar ese estandarte será otro de los ejes del nuevo titular, por lo que el ex presidente de Gemera, el grupo de empresas exploradoras, pondrá a disposición toda la información que el Segemar recolectó en los últimos 50 años. “Debemos enviar al mundo una visión de transparencia y un manejo de la información que la Argentina debió haber puesto en valor. La minería argentina debe volver a ser la estrella de Sudamérica”, asegura.
Recuperar credibilidad
Según el directivo, la entidad perdió credibilidad en el pasado debido a la carencia de iniciativas y dejó a 50 profesionales sin poder participar de capacitaciones internacionales para seguir en el primer nivel científico y tecnológico, algo que redujo la confianza del sector. “Tenemos que hacer un mea culpa, aquellos a los que no nos tocó estar y aquellos que estuvieron, de que el Segemar no participó en la exploración de recursos como el litio. Las empresas extranjeras desarrollaron un gran trabajo en los últimos años”, reconoce Ríos Gómez, quien se desempeñó en la institución durante 15 años.
Sin embargo, el contexto parece haber dado un giro de 360° desde que comenzó el año. “Estamos reordenando la institución. Trabajaremos a lo largo y a lo ancho del país en conjunto con todas las cámaras mineras y empresariales, universidades y uniones industriales para luego operar a nivel sudamericano con los países vecinos en el corto plazo”, precisa. ›|‹
Sus palabras van de la mano con las acciones del último mes. El mapa minero institucional tomó resoluciones en pos de integrar la industria. En ese sentido, la Cámara Argentina de Em-
presarios Mineros (CAEM) integrará, con la creación del Con-
sejo Minero Industrial Federal (Comif) y la Federación Argenti-na de Proveedores Mineros, un interlocutor válido para interactuar con las políticas a nivel nacional. También se encuentra el Cofemin, herramienta por medio de la cual todas las provincias contribuirán al desarrollo de la Secretaría de Energía que, a través de 24 programas que desarrolló distribuidos por regiones, hará un consenso y éstas se tomarán como políticas de trabajo integradas para tener una industria enfocada en el largo plazo.
“Tenemos una misión de puertas abiertas. La Secretaría de Minería hoy está homologada con el Cofemin, con políticas claras y participación general. El país no tiene tiempo para excluir. Necesitamos poner en valor nuestros recursos y lo que hoy vale en 20 años quizás no valga, porque fue superado y la técnica lo superó. Tenemos que asegurar una minería rentable a 25 años”, concluye Ríos Gómez. ›|‹