Según las previsiones para los próximos siete años
Con una proyección de u$s 7,8 por kilowatt/hora, la actividad minera local se prepara para estar entre las menos competitivas en cuanto a su consumo de energía. Para 2020, el país sólo será superado por el Congo, Chile, México y Angola.
La industria minera argentina estará entre las cinco que mayores costos energéticos deberá afrontar durante los próximos siete años a nivel global. Así lo anticipa un informe elaborado por el Consejo Minero de Chile sobre la base de proyecciones tarifarias de la consultora internacional Wood Mckenzie y la Agencia Internacional de la Energía (IEA, según sus siglas en inglés).
Con un valor estimado en u$s 7,8 por kilowatt/hora (Kw/h) para el período 2013-2020, el país sólo se ubicará por debajo de la República Democrática del Congo (u$s 14,1 por Kw/h), Chile (u$s 12,1 por Kw/h), México (u$s 9 por Kw/h) y Angola (u$s 8,8 por Kw/h).
Luego de la Argentina, en tanto, se posicionarán plazas mineras como Estados Unidos (u$s 7,5 por Kw/h), Zambia (u$s 7,4 por Kw/h), Perú (u$s 6,6 por Kw/h), Mongolia (u$s 6,1 por Kw/h), Canadá (u$s 5,3 por Kw/h) y Kasajstán (u$s 2,6 por Kw/h), en ese orden.
A decir de Juan Rayo, gerente técnico de la firma de ingeniería JRI, actualmente la Argentina tiene costos de energía intermedios, pero la lejanía de las redes obliga a hacer grandes inversiones en líneas de alta tensión o sistemas de generación propia en cercanías de las iniciativas mineras. De todos modos, a su criterio el panorama no es tan complejo –al menos en este rubro– con respecto a otras naciones de la región.
“La situación más difícil tiene lugar en Chile, que posee uno de los costos de suministro energético más caros del mundo, además de contar con zonas donde la generación o la transmisión son escasas, por lo que debe recurrirse a la autogeneración diesel, que es más cara. Perú, por su parte, ofrece un suministro de energía más barato, pero también padece serias restricciones de transmisión en algunas áreas”, comparó.
Crisis chilena
El informe del Consejo Minero de Chile resulta particularmente inquietante para la minería trasandina, que consumirá crecientes cantidades de energía a fin de garantizar no sólo el suministro eléctrico de sus proyectos, sino también su abastecimiento hídrico. En ese sentido, teniendo en cuenta la escasez de agua dulce en el vecino país, se esperan inversiones por u$s 10.000 millones hasta 2022 para extraer, desalinizar y transportar agua marina, tareas que elevarán sustancialmente la demanda energética.
Ante ese escenario, no son pocas las mineras que se encuentran analizando la posibilidad de asociarse con firmas generadoras de electricidad, como acaba de hacer el grupo Luksic, al ingresar a Alto Maipo, a través de su filial Antofagasta Minerals.
Otra opción es replicar los modelos de BHP y la estatal Codelco, que financian proyectos de generación para su construcción y operación por un tercero, tal como ocurre con sus centrales Kelar y Luz Minera, respectivamente.
El Consejo Minero es la asociación que reúne a las empresas mineras de mayor tamaño que operan en suelo chileno. Creada en 1998, la entidad apunta a impulsar el desarrollo competitivo y sustentable del segmento, dar a conocer su realidad y contribuir al proceso de elaboración de políticas en su favor. ›|‹