Desde los tiempos del incanato la principal actividad económica del país ha sido la minería. Sin embargo, en los últimos años la activación de nuevos proyectos mineros estuvo rezagada por factores tanto externos (precios bajos de minerales) como internos (desconfianza empresarial), pero eso está cambiando.
Entre el 2012 y 2016 los precios de los commodities se desplomaron. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el 2012 cayeron 1.7 %, en el 2013 se debilitaron 1.2 %, en el 2014 retrocedieron 2.5 %, en el 2015 bajaron 14.4 % y en el 2016 cayeron 4.9 %.
A ello se sumó el descontento del empresariado con el Gobierno de Ollanta Humala, tras un intento de compra de los grifos de Repsol para controlar el precio del combustible en el mercado local.
“La tormenta perfecta”, explicaba en aquellos tiempos el ex ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura.
Esta tormenta perfecta bloqueó las decisiones de inversión de largo plazo en el país por el lado de minería. Es así que la última licitación se dio el 15 de abril de 2011 cuando la compañía Minera Milpo se adjudicó la buena pro del proyecto Minero Magistral (Ancash).
Pero luego de cada tormenta siempre sale el sol y este nuevo amanecer minero se dio a partir del 2017, cuando se gestó la adjudicación del proyecto minero Michiquillay (Cajamarca), hoy en manos de Southern Copper Corporation.
Este nuevo escenario minero, en el marco del cual los ojos del mundo han vuelto a mirar al Perú, se viene consolidando en base a mejores precios y un ligero cambio de sentimiento en el empresariado.
Es así que las inversiones mineras se vienen recuperando desde el 2017 (12.3 %) luego de constantes caídas en el 2016 (-50.8 %), 2015 (-11.2 %) y 2014 (-8.4 %).
Exploraciones mineras
Otro punto a tomar en cuenta para hablar de una recuperación real del sector minero son las exploraciones mineras, las cuales dan pie a la explotación en el mediano y largo plazo de grandes yacimientos.
Hoy en día la cartera de proyectos de exploración minera consta de 54 proyectos, cuya suma de montos globales de inversión asciende a 306.5 millones de dólares.
Estas inversiones solo corresponden a nuevos proyectos (no incluyen proyectos que ya están en ejecución) y que se desarrollarían en el transcurso del 2018.
Dicha cartera comprende aquellos proyectos de exploración que tienen como finalidad el descubrimiento de nuevos depósitos minerales (greenfield) y/o ampliación de los ya existentes (brownfield).
De otro lado, Cajamarca es la región donde se concentra el mayor monto de inversión comprometido en exploración, con siete proyectos y una inversión de 80.3 millones de dólares, representando así el 26 % del monto total.
Las regiones de Apurímac y Arequipa, se ubican en el segundo y tercer lugar, con montos de inversión ascendentes a 41 millones de dólares y 32.7 millones, respectivamente.
A su vez, el 72 % del monto global de inversión comprometida se ejecutará en proyectos localizados en la sierra, mientras que el 25 % será en la costa y sólo el 3 % en la selva.
Asimismo, las inversiones contenidas en la cartera provienen de 11 países, siendo Canadá el país con mayor monto comprometido con 72 millones de dólares y 12 proyectos, el cual representa el 23 % de la inversión total.
Perú ocupa el segundo lugar en el mundo como destino de inversiones orientadas a exploración con 58.5 millones de dólares y 15 proyectos, representando el 19 % del total.
En tercer lugar, se encuentra México con tres proyectos y una inversión de 40.7 millones de dólares. Por su parte, Brasil y Reino Unido poseen una participación de 11% cada uno.
Cartera de proyectos
Por el lado de la explotación minera el Perú también presenta un escenario favorable. La cartera de proyectos de construcción de mina consta de 49 proyectos cuya suma de montos globales de inversión asciende a 58,507 millones de dólares.
Esta cartera comprende aquellos proyectos que tienen como finalidad la construcción de nuevas minas (greenfield), la ampliación o reposición de las ya existentes (brownfield), así como aquellas de reaprovechamiento de relaves (greenfield).
De los 49 proyectos en cartera, tres se encuentran en fase de construcción cuya suma de montos globales de inversión es de 2,664 millones de dólares.
Asimismo, nueve proyectos se encuentran en la etapa de ingeniería de detalle con una inversión de 11,518 millones de dólares, 18 proyectos se encuentran en la etapa de factibilidad con 17,122 millones y los 19 restantes están en pre-factibilidad con 27,204 millones.
Según el tipo de mina, existen 36 proyectos de tajo abierto, siete de operación subterránea y tres de operación combinada (tajo abierto y subterránea).
Además, existen dos proyectos que no tienen definido el tipo de mina y un proyecto que corresponde a la construcción de una nueva planta de beneficio para el tratamiento de relaves.
Según el mineral principal a extraer, 26 proyectos son de cobre y representan el 68.6% del total de las inversiones con 40,155 millones de dólares.
Asimismo, nueve proyectos son de oro y tres de hierro, con inversiones de 7,120 millones de dólares (12.2% del total) y 6,700 millones (11.5 % del total), respectivamente.
El resto corresponden a proyectos de fosfatos, zinc, plata, uranio y estaño, que en conjunto representan el 7.8 % del total de las inversiones.
Proyecto de litio
A estos yacimientos se suma el proyecto de litio Macusani ubicado en Puno, el cual fue explorado por la compañía canadiense Plateau Energy Metals, Laurence Stefan.
La empresa Macusani Yellowcake, subsidiaria de Plateau Energy Metals, informó que los trabajos exploratorios en el depósito Falchani, indicaron recursos comprobados de 2.5 millones de toneladas de carbonato de litio con alta ley y 124 millones de libras de uranio en la zona oeste.
Stefan refirió que el precio promedio hoy de la tonelada de carbonato de litio en el mercado internacional se cotiza en 12,500 dólares y para productos más puros puede subir hasta los 18,000 dólares la tonelada.
Quellaveco
En la víspera, el presidente de la República, Martín Vizcarra, anunció el inicio de la ejecución del megaproyecto minero Quellaveco para la producción de cobre en Moquegua, que estará a cargo de consorcio Anglo American – Mitsubishi, y dinamizará la economía del país.
Este proyecto, cuya inversión asciende a 5,300 millones de dólares, producirá anualmente 300,000 toneladas de cobre, en promedio, en sus primeros 10 años de operación, además de generar cerca de 10,000 puestos de trabajo directo.
Al respecto el ex viceministro de Minas, Rómulo Mucho, destaca que la activación del proyecto minero Quellaveco consolidará al Perú como el segundo productor de cobre del mundo al alcanzar la cifra histórica de tres millones de toneladas al año el 2022.
“Hoy en día estamos en 2.4 millones de toneladas por año y China, el tercero, no llega los 2.0 millones. Con Quellaveco y otros proyectos medianos llegaremos a tres millones en el 2022”, dijo.
Según proyecta Mucho, se vienen nuevos tiempos para la minería del país a través de la activación de nuestros proyectos y una constante exploración minera.
“Se viene Tía María que tiene que salir y para ello la empresa viene trabajando fuertemente para lograr la licencia social. También se viene Pampa de Congo y Corani, mientras que Mina Justa ya empezó.
Resalta además que la activación de Quellaveco, por su magnitud, representa un alto impacto en lo que significa la confianza empresarial, lo cual puede poner en valor a otros proyectos.
Sobre el impacto económico estima que la construcción de Quellaveco aportará al PBI en los próximos tres años entre 0.3 y 0.4 puntos porcentuales y cuando entre en operación el aporte será de entre 0.5 y 0.6 puntos.
Demanda interna
Para el gerente del Instituto Peruano de Economía (IPE), Diego Macera, el impacto de Quellaveco no solo representa un impulso en el sector minero, sino también para la actividad no primaria.
“El efecto del proyecto Quellaveco será importante pues tiene encadenamientos con otros sectores de la industria, con la construcción, servicios y comercio”, anotó.
Macera coincidió con Mucho en que la activación del megaproyecto minera, el más grande desde Las Bambas, representa un nuevo impulso a la confianza empresarial, que puede repercutir en otros proyectos mineros.
Destacó, además, que Quellaveco impactará en la generación de empleo formal, indicador que se viene recuperando desde mayo.
“Por cada empleo directo que genera la minería se crean seis puestos indirectos. Pero Quellaveco no solo beneficiará a la población aledaña, sino que tendrá impacto a nivel nacional pues su construcción dará empleo directo a proveedores, transportistas, entre otros”.
Fuente: Agencia Andina