Así lo asegura su titular, el gobernador jujeño Eduardo Fellner
La intención es potenciar la producción, las exportaciones y el agregado de valor in situ a fin de ubicar al sector, en el corto plazo, como el segundo que más ingresos represente para la economía nacional, detrás del agro.
Con inversiones provenientes de una veintena de países de los cinco continentes del planeta, la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI) tiene en carpeta una meta por demás ambiciosa. “Trabajamos para contribuir con el crecimiento de la industria minera en general, en pos de posicionar la Argentina como uno de los mayores productores mineros del mundo. Queremos multiplicar la extracción de cobre y que el país sea líder en producción de litio de salares y boratos, además de consolidarse como el quinto productor mundial de potasio y el tercer exportador de éste, el sexto productor global de plata y el séptimo de oro”, detalla Eduardo Fellner, gobernador de Jujuy y presidente de la OFEMI, en diálogo con El Inversor Energético & Minero.
En concreto, la idea es que la industria minera se convierta en el corto plazo en la segunda actividad económica de importancia a escala nacional, después de la agricultura. “Por eso insistimos en generar las herramientas necesarias para dotar de valor agregado industrial in situ a la producción, lo que brindará mejores oportunidades de desarrollo a las economías regionales relegadas”, asevera.
Según sus palabras, son objetivos aleatorios y complementarios a los citados fomentar una mayor promoción de puestos de trabajo directo e indirecto, e impulsar el pleno desarrollo de proveedores homologados con capacidad cierta de proveer en tiempo y forma a los proyectos mineros. “Asimismo, desde la presidencia que ejerzo en la Organización, y en una tarea de amplio consenso con los gobernadores de las nueve restantes provincias mineras no metalíferas de la Argentina, estamos dedicados a buscar acuerdos para definir políticas comunes que desarrollen regiones con un enorme potencial minero”, añade.
Otras iniciativas
Otra meta esencial, a decir de Fellner, estriba en comunicar y esclarecer la actividad, despojándola de los mitos que unos pocos quieren instalarle de manera sistemática. “Así, atentan contra una alternativa más de la dinámica económica que, como todas las desarrolladas por el ser humano, tiene y tendrá un impacto en el medio ambiente, pero que a la vez cuenta con las herramientas definidas para cuidarlo y generar empleo calificado”, remarca.
A su entender, será clave lograr que los productos tengan un valor agregado in situ en los territorios en los que se realizan las exploraciones y las producciones, y que para ello se emplee mano de obra local. “Estamos decididos a propiciar que los pueblos aledaños y las comunidades originarias tengan plena participación en todos los emprendimientos para desarraigar esa vieja y nefasta idea de que unos pocos extranjeros vienen a saquear recursos”, puntualiza.
Por otro lado, destaca la relevancia de que cada provincia cree sus propias sociedades estatales para recuperar el protagonismo y la toma de decisiones vinculadas con la fijación del canon y las regalías mineras. “Estamos buscando, además, el desarrollo de los pequeños y medianos productores de insumos y servicios mineros, y favoreciendo su incorporación a la ‘Mesa de Homologaciones de Importaciones’, siguiendo con una política impulsada desde el Gobierno nacional que busca sustituir las importaciones mediante el ‘compre nacional’ para los proyectos de prospección, exploración, construcción y producción”, agrega.
En última instancia, comenta que en una tarea coordinada con la Secretaría de Minería y el Ministerio de Educación de la Nación, a raíz de la propuesta de la OFEMI se iniciaron los contactos con el fin de diseñar un plan federal de formación y capacitación de recursos humanos. “Se trata de una iniciativa muy necesaria para apuntalar el crecimiento de la actividad, que registra una elevada demanda insatisfecha de personal calificado”, concluye. ›|‹