La OPEP y Rusia se reunirán el próximo mes para evaluar el impacto de los recortes en la producción de petróleo sobre el mercado y su posible prolongación. Probablemente, durante este encuentro se analizará por qué las reservas de crudo en los países desarrollados siguen en niveles históricamente elevados después de seis meses de recortes. Sigue habiendo demasiado petróleo almacenado en los tanques, lo que está impidiendo que suban los precios del oro negro.
Los últimos datos sobre reservas de petróleo y combustibles en Estados Unidos muestran que los inventarios siguen en máximos históricos. Las reservas de gasolina para automoción aumentaron inesperadamente en 1,5 millones barriles, hasta los 240,6 millones, y siguen en la banda más alta de la media histórica. Por otro lado, las reservas de petróleo de Estados Unidos han caído sólo en un 1 millón de barriles y se sitúan en los 532,3 millones.
Cuando la OPEP y otros productores recortan la producción, la oferta de petróleo se reduce, y los países de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE) usan parte de sus inventarios para compensar la reducción de la producción. La reacción de los precios se puede retrasar hasta que los inventarios caigan a niveles que se encuentren más cerca de la media histórica. En esta ocasión este retroceso de los inventarios está tardando en llegar porque otros países productores están compensando, en parte, los recortes de la OPEP y Rusia.
Según los últimos datos correspondientes a la segunda semana de abril, la producción de crudo en Estados Unidos promedió los 9,25 millones de barriles al día. Estos niveles de bombeo son los más elevados en ese país desde agosto de 2015.
Analistas de Commerzbank destacan que a la OPEP «le ha explotado el petardo en sus manos». El cártel dio permiso a los países miembros para que produjesen todo el crudo que pudiesen antes de que se hicieran efectivos los recortes. Durante octubre, noviembre y diciembre varios países bombearon todo lo que pudieron, ahora las reservas de crudo están cerca de máximos y podrían tardar en volver a niveles habituales.
Eugen Weinberg, director de materias primas en Commerzbank, cree que «la OPEP es como un mago moviendo sus manos e intentando sacar un conejo de la chistera, pero el conejo no aparece. El cártel ha hecho todo lo que podía hacer y el resultado está cerca de ser nulo».
A la OPEP ya no le funcionan los trucos del pasado. Más de la mitad de la producción mundial de crudo procede de países que no pertenecen al cártel y muchos de ellos, como Estados Unidos o Canadá, no controlan la producción de petróleo de sus empresas, por lo que es el mercado y los precios los que incentivan o desincentivan la producción. Este nuevo escenario dificulta mucho la consecución de los objetivos del cártel petrolero.
Los últimos datos de reservas de petróleo en los países de la OCDE revelan una cantidad superior a 3.060 millones de barriles de crudo. Esta cantidad sirve para abastecer más de dos meses la demanda de todos los países de la OCDE.
Según los pronósticos de la Agencia de la Energía de Estados Unidos, la reservas en la OCDE se mantendrán históricamente altas en 2017 y en 2018, en ambos años la media estará por encima de los 3.000 millones de barriles.
Ante este contexto dominado por la demasía de reservas de crudo. El precio del petróleo sigue sin mostrar una tendencia ante este lastre. En la presente sesión, los futuros de Brent y West Texas cotizan sin rumbo claro. El primero lucha por mantener los 53 dólares el barril, mientras que el Texas cotiza por debajo de los 51 dólares la unidad.