La provincia cuenta con 60 empresas que se dedican a la extracción de diversos minerales, principalmente sales, arenas y gravas. Esas firmas están constituidas en un 90% por capitales de origen local.
A través de un relevamiento de distintos indicadores productivos, ambientales y de seguridad e higiene, el Gobierno pampeano brindó detalles sobre la realidad de la actividad minera que se lleva a cabo dentro del territorio provincial.
A cargo de varias autoridades vinculadas con el sector, el informe reseñó las particularidades del desempeño sectorial y posicionó a La Pampa como la única provincia argentina que dispone de un Manual de Buenas Prácticas Mineras.
El reporte fue presentado en un acto que contó con la participación del ministro provincial de la Producción, Ricardo Moralejo; el subsecretario de Hidrocarburos y Minería, Matías Toso; la directora de Minería, María de los Ángeles Roveda; el subdirector de Inspecciones, Cristian Buss; el director de Hidrocarburos y Biocombustibles, Juan Del Río, y representantes de diferentes empresas.
A decir de Moralejo, la industria se desenvuelve en base a los nuevos paradigmas de sustentabilidad del siglo XXI. “El Manual de Buenas Prácticas Mineras nos aporta una herramienta útil y un vector de lineamientos en materia de prevención de accidentes y de protección ambiental en beneficio de los actores sociales del segmento y de la población en general”, resaltó.
Según el funcionario, la minería posee más de cien años de historia contribuyendo con el crecimiento de la economía provincial. “La Pampa se destaca por la producción de sal común para consumo humano y para uso industrial. Es, de hecho, una de las principales productoras de ese recurso a nivel nacional”, puntualizó.
Otro punto fuerte sectorial, acotó, pasa por la producción de áridos como las arenas, las gravas, la tosca, el ripio y el canto rodado. “Se trata de rubros clave para la obra pública y el tendido de vías de comunicación”, señaló el ministro.
En la última década, afirmó, la actividad ganó un nivel de reconocimiento que antes no tenía. “Por estos días prácticamente no se pone en duda su importancia para el desarrollo de la construcción ni tampoco la especial relación que guarda con la vida cotidiana”, expresó.
Proceso integrado
El relevamiento del Gobierno pampeano indicó que en la actualidad más de 500 familias están involucradas con el despliegue de la actividad minera en la provincia. Adicionalmente, más de 60 empresas se encuentran activas en el negocio, de las cuales un 90% están conformadas por capitales locales.
De acuerdo con Moralejo, exponer cómo opera el complejo minero resulta clave para garantizar su desarrollo a futuro. “Es fundamental que se dé a conocer qué actores intervienen en él y cuál es su impronta en la vida de todos”, manifestó.
La relevancia del sector, acotó, no se limita solamente al punto de vista de la extracción, sino que también debe ponerse el foco en la elaboración, sobre todo en la oferta de sal. “En ese sentido, desde el Estado procuramos ayudar a integrar cada vez más el proceso a lo largo de toda su cadena de valor”, prometió.
En definitiva, sostuvo el funcionario, la minería significa más trabajo para los pampeanos y más valor agregado para un producto que está en la provincia. “Estamos convencidos de que el segmento todavía tiene mucho para darnos”, concluyó. ›|‹