La industria mundial del litio se encuentra en plano boom , arrastrado entre otras cosas por el avance que han presentado los automóviles eléctricos, que cuentan con un alto consumo del mineral en su producción.
En este escenario y conscientes de lo competitivo del mercado global, Argentina se encuentra impulsando con fuerza el desarrollo de la industria local, para lo que estableció una serie de medidas para facilitar la puesta en marcha de hasta 14 iniciativas en el país, las que se encuentran en distintas etapas de avance.
Según explicó en un seminario el subsecretario de Desarrollo Minero, Mariano Lamothe, la idea es ayudar a concretar las obras a través de dos vías: el mejoramiento de la infraestructura y la disminución de los costos de la energía.
Respecto al tema energético, el país trasandino está aumentando su oferta a través de recursos no convencionales y energías renovables, proyectando duplicar la producción gasera, insumo clave para las operaciones mineras. Asimismo, se adjudicó contratos hasta por 1.732 MW de potencia fotovoltaica a un precio promedio de US$ 50,35.
Las proyecciones que manejan desde el otro lado de la cordillera son ambiciosas y se estima que la producción de litio en el país crecería exponencialmente. En ese sentido, si se espera que este ejercicio se cierre con una producción cercana a las 37.5000 toneladas de carbonato de litio equivalente, de entrar en operación aquellos proyectos que hoy se encuentran en etapas avanzadas, la industria argentina podría superar las 290 mil toneladas en 2022. Es decir, crecería en casi ocho veces.
Según el detalle que dio a conocer la autoridad de ese país, junto a los dos proyectos que ya se encuentran en operación existen ocho iniciativas en etapas de factibilidad, o incluso en el proceso de construcción de las plantas, a las que se suman otros seis proyectos que recién se encuentran en fase de exploración.
“Argentina ha logrado posicionarse como el segundo país de destino de las exploraciones de litio y también con un boom de incremento de las inversiones, que han crecido hasta 10 veces desde 2011. Esto nos muestra un claro interés, vemos el boom , vemos la oportunidad, pero también hay que entender que claramente cuando lo miramos contra lo que es el oro y el cobre, es un mercado bastante reducido”, comentó Lamothe.
La autoridad trasandina también apuntó a las grandes cantidades de recursos de litio que existen alrededor del mundo y a la dispersión que existe en cuanto a su origen, asegurando que, según el consumo que hubo en 2017, existen provisiones para 1.245 años más.
“Cuando vemos otros minerales como el cobre y el oro, hay una mayor dispersión de la producción, y lo que estamos suponiendo en el litio es que se trata de un mercado inmaduro, que aún no es commodity . Esa inmadurez del mercado nos lleva a tener estas volatilidades y estas dispersiones de precio”, explicó. Además, adelantó parte del trabajo conjunto que están impulsando con Chile y Bolivia para crear un índice de precios para el mineral.
Lamothe destacó que, a pesar de que las operaciones de litio deben pasar por un proceso de maduración para alcanzar una mayor especificidad técnica, una ventaja de Argentina está en la multiplicidad de actores que existen en la industria local, lo que esperan ayude a acelerar la curva de aprendizaje para la optimización de los procesos productivos.
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En cuanto al tema energético, el país trasandino está aumentando su oferta a través de recursos no convencionales y energías renovables.
Fuente: El Mercurio
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