La firma del acuerdo entre Chevron e YPF para buscar petróleo y gas en la formación no convencional Vaca Muerta, en Neuquén, le dio un poco de oxigeno a la gestión de Miguel Galuccio al frente de la petrolera estatal, que se había visto entorpecida por diferentes factores. No obstante, de acuerdo con Urgente24 el CEO de YPF no tiene el camino del todo allanado, ya que nunca se fortalecieron los lazos con la línea política dentro y fuera de la compañía. Según versiones que recorren los pasillos del edificio de la petrolera en Puerto Madero, sigue tensa la relación entre Galuccio y las figuras políticas que intervienen en la gestión de YPF. Se trata del ministro de Planificación, Julio De Vido, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Las presuntas desavenencias entre las partes le dieron nuevo impulso a las versiones de renuncia de Galuccio, cuyo primer capítulo sucedió a no mucho de que el ingeniero entrerriano tomara las riendas de la firma expropiada a la española Repsol. Los últimos trascendidos apuntan a cierta sintonía que habría en la línea política, algo que hasta ahora había resultado inédito, en contra del CEO y presidente de la petrolera. La versión sostiene, inclusive, que Galuccio estaría esperando los resultados de las próximas elecciones primarias para pegar el portazo. Vale añadir que en las últimas horas trascendieron nuevas reuniones que el CEO de YPF mantuvo con ex secretarios de Energía a los que el Gobierno calificó reiteradamente como «agoreros» por sus pronósticos o «fracasados» por sus gestiones.