A partir del nuevo esquema de precios establecido por la resolución 226 de la Secretaría de Energía, sancionada hace dos semanas, el valor del gas en boca de pozo -el importen que reciben los productores del fluido- para el sector residencial se incrementó, en promedio, un 520%. Si bien cada segmento domiciliario paga precios diferentes, la media para los hogares pasó de US$ 0,37 a US$ 2,45 por millón de BTU (MMBTU).
Un tanto más moderado fue el aumento del cargo que perciben las distribuidoras de gas, que en promedio se elevó un 210% -pasó de US$ 0,28 a US$ 0,75 por MMBTU- y el de las transportistas (TGN y TGS) fue aún menor. De US$ 0,15 subió a US$ 0,17 por MBTU, es decir, un 20 más.
De esos datos se desprende que el cargo total promedio que pagan los hogares -computando el precio del gas en boca de pozo y remuneraciones a distribuidoras y transportistas- se elevará de US$ 1,50 por MMBTU en marzo a US$ 4,10 en agosto, cuando entrarán en vigencia los aumentos plenos de los precios en boca de pozo del fluido (se aplicarán subas parciales en abril y junio). El alza será, así, del 250 por ciento.
Sin embargo, el incremento efectivo de la facturación de los productores de gas dependerá, en última instancia, de cómo se comporte la demanda residencial en el año. Es que el nuevo esquema tarifario fijado por el Gobierno -en rigor, el primer aumento de las tarifas de gas en 15 años- estableció que los precios del gas se determinarán en función del nivel de consumo de los usuarios domiciliarios y comerciales con relación al mismo bimestre del año anterior.
Es que los usuarios que reduzcan un 20% de su demanda no tendrán ningún aumento (seguirán recibiendo la totalidad de los subsidios), lo que bajen su consumo entre un 5% y un 20% recibirán una suba intermedio, y a los que ahorren menos de un 5% se les aplicará un alza plena.
A raíz de eso, no es sencillo anticipar con exactitud cómo impactarán los nuevos precios del gas en la economía de las empresas privadas. Aún así, es posible proyectar escenarios en función de simulaciones probabilísticas.
En ese sentido, si la demanda de gas de 2014 se mantiene en niveles similares a los del año pasado (cerca de los 13000 millones de metros cúbicos en el año) y el tipo de cambio permanece en torno a los 8 pesos, la recaudación resultante del aumento de las tarifas a las distribuidoras orillará los US$ 1015 millones.
De ese total, los productores -entre los que se destacan YPF, Total, PAE y Petrobras- capturarán cerca de US$ 800 millones; las distribuidoras, alrededor de US$ 200 millones; y las transportistas, los 15 millones restantes.