Europa decidió ayer avanzar en un procedimiento para imponer aranceles definitivos por supuesto dumping del biodiésel de soja argentino que podría significar la desaparición de esta industria y la pérdida de un negocio de unos US$ 1800 millones.
El año pasado, la Comisión Europea abrió contra la Argentina e Indonesia una investigación por presuntas prácticas de dumping. En mayo último impuso aranceles provisorios para la importación del producto procedente de la Argentina con una tasa, según la empresa exportadora, del 6 al 10 por ciento.
Pero ayer fue por más: la dirección de Comercio del bloque le recomendó al Council de la CE poner aranceles definitivos que se aplicarán en diciembre próximo. Los derechos antidumping serán de unos 340 dólares por tonelada, que representarán, según fuentes de la industria local, una tasa de entre el 22 y el 25 por ciento sobre el precio actual. Hay once grandes empresas exportadoras cuya supervivencia quedará comprometida por la medida. Así lo consignó La Nación.
Hoy, en una conferencia de prensa, la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), manifestará su postura. Ayer, antes que la cámara se llamara a silencio hasta dar hoy una opinión pública en la conferencia, Luis Zubizarreta, presidente de Carbio, le expresó a Reuters: «Esta es una medida injusta, no hay dumping. La industria argentina no va a poder exportar a Europa ni un litro».
En los últimos dos años la industria argentina tuvo exportaciones en torno de 1,5 millones de toneladas por año a ese destino. Europa representa el 90% de las ventas totales. Desde que puso derechos provisorios, en mayo último, la performance anual cayó a 500.000 toneladas.
«Esos aranceles significan el fin de la industria», apuntó un industrial del rubro. Vale recordar que desde 2007 el sector tuvo una expansión notable: incrementó de 500.000 toneladas a 4,1 millones de toneladas su capacidad instalada para producir, atender el mercado interno y la exportación.
«Para 2014 no se esperan exportaciones a la Unión Europea. El próximo año va a ser cero», dijo a La Nación Gustavo Idígoras, director de la consultora BIM. «Esto arruina a la industria», agregó el consultor.