El 11 de marzo, tras la presentación de sus resultados de 2012, Edenor, la mayor distribuidora de electricidad del país, provocó un profundo silencio por unos segundos entre los empresarios del sector energético. Sus números indicaban que el año pasado había perdido nada menos que 1016 millones de pesos . La cifra desnuda la situación general de las compañías de servicios públicos de gas y electricidad, definida entre analistas del sector como la peor en por lo menos 15 años: en 2012, todas ellas vieron crecer ampliamente sus pérdidas respecto de 2011. Para Edenor, por ejemplo, significó el mayor quebranto de su historia, y para Camuzzi Gas Pampeana , que lo cuadruplicó, quedar definitivamente en venta. Difícilmente Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía, grupo controlante de Edenor, haya pensado que su nave insignia llegaría a esa situación cuando, en 2005, le compró la empresa a la francesa Electricité de France. Por aquellos días visitó en varias ocasiones al entonces presidente, Néstor Kirchner, en su despacho de la Casa de Gobierno, y hasta logró avanzar en un acuerdo para una revisión integral de la estructura de tarifas, algo que nunca se cumplió por completo. Ocho años más tarde, su empresa es el mejor exponente de la decadencia de los servicios públicos durante el kirchnerismo: no sólo arroja un rojo que impacta en el patrimonio de sus accionistas, sino que incumplió con los pagos a Cammesa (la administradora mixta del mercado eléctrico) por falta de fondos y sufre quejas constantes de sus abonados por los cortes de luz. La otra distribuidora del área metropolitana, Edesur , tuvo pérdidas por 801 millones de pesos, 70 % más que en 2011, mientras que Edelap, la distribuidora de La Plata, que pasó a la órbita de la gobernación de Daniel Scioli en noviembre de 2011, anotó un rojo de 221 millones, 60% más que en el ejercicio anterior, según consignó La Nación. El ánimo entre las empresas gasíferas no es mejor. Metrogas, la distribuidora más grande del país y una de las líderes en la región, perdió el año pasado 134% más que en 2011. Metrogas, que pasará a manos de YPF, está además acosada por la convocatoria de acreedores. Camuzzi Gas Pampeana, que presta servicio en el sur del país, registró pérdidas por 48,1 millones de pesos el año pasado, casi cuatro veces más que en 2011. La empresa está en venta. El Citibank tiene el mandato para ofrecerla entre empresarios con intereses en el sector energético, algo que ya comenzó a hacer. Hasta ahora, sin embargo, no tuvo respuestas positivas.
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