La plata, si bien es habitualmente más reconocida como un metal precioso, se usa en un 60% para usos industriales. Por eso, la oportunidad de revertir su actual tendencia negativa del negocio, estaría incentivada, en el corto plazo, por la demanda de las energías renovables, en particular, de la solar. Y también, de la industria electrónica, por el crecimiento de la fabricación de autos eléctricos.
En este contexto, según estimaciones de la consultora Abeceb, las exportaciones de plata argentina pueden llegar a crecer en unos US$ 900 millones anuales, una vez que entren en producción los tres principales proyectos de extracción de este metal que están ubicados en las provincias de Jujuy, Chubut y Santa Cruz.
El dato fue parte de un estudio que se dio a conocer, hace pocos días, en un seminario sobre “Usos industriales de la plata”, que se desarrolló en el Sheraton de Retiro y estuvo organizado por la multinacional Pan American Silver Argentina y la Cámara Industrial de Puerto Madryn (CIMA).
Según estimaciones del Banco Mundial, también presente en la reunión, «la producción de energía a través de fuentes renovables como la fotovoltaica y la eólica van ampliar la demanda global de minerales, para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de carbono asumidos por los países hacia 2050».
«La minería tiene que crecer para que se pueda combatir el cambio climático. Sin metales no será posible un futuro sin carbón», dijo, en su exposición, Juan José Rossel, el representante del Banco Mundial. Y agregó: «esto abre una gran oportunidad para los países emergentes como la Argentina, Perú, Chile y México, dada la gran cantidad certificada de reservas del mineral».
El país tiene el 2,5% de las reservas de plata de todo el mundo, según cifras de la secretaría de Minería. El experto destacó, además, que hoy «no existen ni se avisoran sustitutos sintéticos a los minerales, con lo que la demanda de estos productos para hacer frente al calentamiento global está garantizada, en contraposición con lo que sucede con los hidrocarburos, que están siendo reemplazados por otras fuentes de energía».
«Prevemos que de aquí a 2025 se consolide la demanda de plata en el mercado mundial, lo que sostendrá la rentabilidad de las inversiones para desarrollar ese mineral en Argentina. Sobre todo, por las industrias de energía fotovoltáica y automotriz», coincidió Javier Cao, líder de proyectos para mercados de energía, minería e infraestructura de Abeceb.
En cuanto a los precios del metal, las perspectivas no serían demasiado buenas dado que el precio de la plata está asociado al del oro. Es decir, tendrían esa influencia negativa, aunque la demanda industrial podría atenuar ese impacto, según los expertos.
Según datos de la secretaría de Minería, expuestos en el encuentro, a nivel mundial, la Argentina es el décimo oferente de plata, aunque su participación estuvo reducida en los últimos tiempos. Esto sucedió porque las principales minas de plata del país sufrieron una caída importante caída en 2017, lo que afectó el posicionamiento del país a nivel mundial, explicó Cao.
Según Abeceb, en las próximas dos décadas la industria triplicaría su demanda de plata, pasando a representar cerca de un 14% de la demanda física de plata. Y estimó que cerca de un 70% del aumento de la demanda será traccionada por la fabricación de vehículos eléctricos o híbridos.
Fuente: Abeceb