Fuerte revisión a la baja de las perspectivas exportadoras
Un estudio de Abeceb proyectó, hace tres años, que para 2016 los envíos del sector ascenderían a u$s 14.500 millones. El retraso y la suspensión de varias iniciativas motivaron una revisión de esa estimación, hoy situada en u$s 5.500 millones.
Allá por 2011, cuando todavía soplaba el “viento de cola”, casi no se hablaba de los “fondos buitre” y nadie avizoraba como cierta la posibilidad de caer en “default técnico”, Abeceb había calculado que las exportaciones de la minería argentina alcanzarían la cifra récord de u$s 14.500 millones en 2016. Ante una coyuntura menos favorable que la proyectada por entonces, la consultora acaba de efectuar una sustantiva revisión a la baja de ese monto, que actualmente ubica en torno a los u$s 5.500 millones.
A decir del economista Mariano Lamothe, autor del informe, bajo condiciones competitivas la minería podría convertirse en la principal fuente de divisas del país. “En estos momentos, se vive un proceso de reestructuración de proyectos mineros a nivel global, debido a un cambio de los precios que produjo pérdidas importantes en los resultados netos y en los ingresos de las empresas, lo que las obligó a replantear las inversiones. El desafío de la Argentina, en este contexto, pasa por generar condiciones de inversión a través de esquemas regulatorios e impositivos que eleven el atractivo del mercado local”, señaló.
Con respecto a la variación negativa de las perspectivas, Lamothe explicó que en los últimos dos años se viene registrando un proceso de retraso o suspensión de varios emprendimientos, muchos de los cuales ya estaban en construcción, por lo que deben esperarse importantes saltos en los niveles de producción. “Desde el exterior se observa una reestructuración de los proyectos de inversión ante los nuevos precios de los minerales metalíferos. Si bien siguieron exhibiendo números significativos en cuanto a su promedio histórico, estos menores valores produjeron pérdidas importantes en los resultados netos y en los ingresos de las firmas, muchas de las cuales decidieron replantear sus inversiones. Y la Argentina probablemente haya sido el país que más afectado se vio por este ajuste en la región, lo que queda expuesto al comparar la caída de nuestras exportaciones mineras durante 2013 con el retroceso verificado en Chile o Perú”, destacó.
Oportunidad latente
La Argentina no ha generado, de acuerdo con Lamothe, las condiciones de atracción de capitales en momentos en los que los precios de los minerales están deprimidos y, en consecuencia, los flujos de inversión se tornan escasos y selectivos. “Esto obedeció, fundamentalmente, a que en los últimos tiempos se impusieron exigencias en la liquidación de exportaciones y restricciones a la remisión de utilidades, además de un tipo de cambio estancado y con expectativas devaluatorias cada vez más fuertes, todo lo cual fue coronado con un aumento de la presión impositiva tanto a nivel nacional como provincial”, enumeró.
Aunque estas particularidades del mercado local posicionan a la Argentina en desventaja frente a otros competidores regionales, el especialista de Abeceb no cree que el país haya quedado definitivamente fuera de juego. “Aún poseemos una gran oportunidad de convertirnos en un jugador relevante en materia de reservas a partir de la puesta en valor de nuestros recursos. Contamos con importantes proyectos que aún se encuentran sin explotar y requerirán inversiones significativas. De hecho, los 10 principales implicarán, para su construcción, desembolsos del orden de los u$s 27.500 millones”, cuantificó. ›|‹