El déficit energético –uno de los principales responsables del cepo cambiario y del deterioro de las cuentas fiscales– seguirá con rol preponderante en el escenario económico del próximo año. Los especialistas prevén que en 2014 habrá que importar más combustibles y que ante una nueva caída global de la producción local de hidrocarburos, el “rojo” de la balanza comercial del sector podría alcanzar un nuevo récord entre US$ 9.000 y US$ 11.000 millones.
Las compras externas de naftas, gasoil, fueloil, gas natural y gas por barco que que este año totalizarán unos US$ 13.000 millones van camino a registrar en 2014 una nueva suba entre 8% y 20%.
Los pronósticos más conservadores ubican la factura a pagar por los combustibles importados en torno de US$ 14.000 millones. En cambio, los que incluyen un crecimiento de la actividad económica por encima del 2%, calculan que los desembolsos al exterior para garantizar el abastecimiento energético rondarían US$ 15.500 millones.
Para el ex secretario de Energía, Daniel Montamat, las proyecciones en juego indican una suba del 15% en las importaciones de combustibles del próximo año. Destacó que “de los US$ 13.000 millones de este año pasaríamos a US$ 15.000 millones por las mayores compras de naftas premium que se esperan para 2014”. Tras indicar que el déficit comercial del sector saltaría de US$ 7.200 a US$ 9.000 millones, Montamat remarcó que “la pérdida del autoabastecimiento energético resulta más que evidente con solo cotejar que el nivel de las importaciones de gas representará el 32% de la demanda; las de gasoil, el 30% y las de naftas casi el 15% del consumo interno”.
Según el consultor Emilio Apud, “la suma final de las importaciones de combustibles dependerán del comportamiento que registre el PBI, pero no bajarán de un piso de US$ 14.000 millones”.
Para el ex secretario de Energía, Alieto Guadagni, superarán los US$ 14.000 millones: “La política energética vigente desde 2003 exhibe un récord de 124 meses seguidos de caída en la producción de petróleo y más de 100 meses de caídas en la producción de gas”, afirmó.