El Gobierno espera la ayuda del sector para sobrellevar la crisis cambiaria
Los principales empresarios del sector minero argentino se reunieron en febrero con el jefe de Gabinete y le prometieron desembolsos millonarios para los próximos cinco años.
El Gobierno les pidió que paguen las importaciones desde sus casas matrices, algo que las empresas no quieren hacer.
Por Nicolás Gandini
Minutos después de entrar al salón Norte de la Casa Rosada, los empresarios mineros notaron un cambio de estilo. Habían sido convocados por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, a través del secretario de Minería, Jorge Mayoral. A diferencia del tono imperativo del ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, el chaqueño rompió el hielo con un baño de realidad. “Sé que no es el mejor momento para la industria a raíz de la baja del precio de los metales, en especial del oro”, reconoció Capitanich. Lo escuchaba una delegación de directivos de la CAEM, la cámara que nuclea a los productores metalíferos, que arribaron a principios de febrero al despacho de Balcarce 50 con la intención de acercarle al jefe de ministros una fotografía del sector en materia de inversiones, exportaciones, empleos generados y aportes fiscales.
El Inversor Energético & Minero tuvo acceso al listado conformado por Mayoral sobre la base del pedido de información a las empresas, que reúne en detalle las principales variables socioeconómicas de la industria. Fue el borrador a partir del cual se desplegó la charla con Capitanich.
El encuentro sirvió como plataforma para acercar a las partes, dado que el último contacto del sector con funcionarios de Gobierno no había sido el mejor. Al igual que a otras industrias, Moreno les había pedido a las mineras que apuntalen el ya difunto Baade –el bono lanzado en el marco de la Ley de Blanqueo– con una suscripción de u$s 300 millones. La intención quedó en la nada con la eyección del entonces supersecretario, por lo que las mineras se habían propuesto a fines del año pasado allanar el camino con un nuevo interlocutor, a priori más previsible: Capitanich. Del encuentro participaron, además, los ministros de Planificación, Julio De Vido, y de Industria, Débora Giorgi, y la secretaria de Comercio Exterior, Paula Español.
Mayoral puso el foco en la cantidad de divisas que traccionarán los proyectos mineros que tienen cierto grado de avance. La planilla Excel (ver infografía) entregada a Capitanich está integrada por 33 iniciativas que podrían movilizar, desde 2014, un total de u$s 3.855 millones. No es casual, frente a la cada vez más marcada necesidad de divisas del Gobierno, que el funcionario haya priorizado el volumen de dólares que podrían movilizar las empresas mineras.
En el listado figuran proyectos cuya construcción ya está en marcha, como Cerro Negro, que prevé inaugurar su planta de oro en Santa Cruz en el primer semestre de 2014; o Don Nicolás y Lindero, que tienen previsto iniciar las obras en el transcurso del año; hasta otros que están en etapa de exploración con pronóstico más delicado, dado que aún no se comunicó oficialmente la decisión de empezar la construcción.
En operación
De ahí la necesidad de poner en blanco sobre negro la situación. Del monto total de inversiones incluido en el documento entregado al jefe de Gabinete, alrededor de un 15% corresponde a proyectos que ya están en explotación. Los desembolsos se utilizarán para realizar tareas de operación y mantenimiento en las minas ya activas. En ese lote se encuentran Barrick, que invertirá u$s 250 millones en Veladero, el mayor productor de oro del país; Glencore, titular de Minera Alumbrera, que desembolsará u$s 73 millones, y Yamana Gold, que colocará u$s 90 millones en Gualcamayo, una mina aurífera de mediana envergadura en San Juan.
Entre todos los proyectos activos sumarán este año u$s 597 millones de inversión, según consta en el Excel preparado por Mayoral.
A eso hay que sumarle lo que movilizarán las iniciativas que están en construcción, como Cerro Moro, en manos de la canadiense Goldcorp, que desembolsará u$s 700 millones en 2014 para inaugurar este año la mina, de acuerdo con ese documento.
Si bien el escenario internacional de la industria –con precios del oro en torno a los u$s 1.330– no es el mejor y la caja de resonancia local –con el cepo cambiario y modificaciones en la carga tributaria del sector– no hace más que amplificar la incertidumbre global, este año se lanzará la construcción de algunos proyectos medianos y chicos.
Integran esa nómina Don Nicolás, una pequeña mina de oro de Minera IRL que será construida en Santa Cruz con una inversión de u$s 85 millones. También Lindero, un proyecto aurífero a cargo de Goldrock –una minera canadiense con participación del empresario local Eduardo Elsztain– en Salta que costará u$s 160 millones. Ambas iniciativas confirmaron su intención de comenzar las obras en el transcurso del año. El inicio de Cerro Moro, que prevé la explotación de un yacimiento metalífero en el Macizo del Deseado y es propiedad de Yamana Gold, no está confirmado, aunque podría producirse en el último trimestre de 2014. El emprendimiento se desagregará en dos etapas: la primera por u$s 150 millones y la segunda, que quedará para cuando la mina ya esté en producción, por u$s 300 millones.
Claroscuro
A pesar del aliciente que significará para los proveedores de servicios mineros la luz verde a esas iniciativas, lo cierto es que 2014 será también el año de la falta de inversión en los dos megaproyectos mineros del país: Potasio Río Colorado y Pascua-Lama. Según se desprende del documento elaborado por Mayoral, la brasileña Vale, titular del yacimiento mendocino, desembolsará apenas u$s 10 millones para garantizar la seguridad y el mantenimiento de la planta que quedó semiconstruida en San Rafael. En tanto que Barrick destinará u$s 150 millones fundamentalmente a obras de carácter medioambiental que están en línea con el pedido del Gobierno chileno de remediar y optimizar algunas instalaciones montadas del otro lado de la Cordillera. Pese a las demoras en el proyecto, la filial local de la canadiense seguirá siendo la mayor empleadora minera en la Argentina, a través de su proyecto Veladero. ›|‹
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Algunas dudas
A algunos directivos del sector no terminaron de cerrarles los números incluidos en la planilla presentada por Mayoral a Capitanich. En el documento figuran, por ejemplo, u$s 700 millones de inversión en la construcción de una mina de carbón en Río Turbio, iniciativa que está en manos del Estado. Por eso, desde la CAEM le propusieron al jefe de Gabinete realizar una actualización de esas cifras a fin de acercarle, en los próximos días, una versión final que contemple los desembolsos, exportaciones y generación de empleo de cada una de las empresas mineras.