Achicar costos para el periodo 2015-2016 es el principal objetivo de las petroleras que apostaron a Vaca Muerta. La caída del precio del crudo obligó a las empresas a replantear sus costos operativos en el yacimiento neuquino pero también en otras áreas mayormente gasíferas, como Fernández Oro y Allen, en Río Negro.
YPF inició un plan de optimización que abarca la puesta en marcha de equipos de última generación –mayor número de fracturas en menor tiempo–, así como la reducción de su personal contratado. A este escenario se le añade el “Tren del Shale” que unirá el polo petroquímico del Dock Sud con Vaca Muerta. El tren moverá equipos e insumos para la explotación del yacimiento, economizando en la contratación de transporte de camiones y gastos anexos. Además, implica sacarse de encima una parte significativa de los conflictos gremiales. Según el ministro, Florencio Randazzo, el “Tren del Shale”, permitirá una baja del 36% en los costos operativos en transporte. YPF invirtió 60 millones de pesos en 81 vagones y 2 locomotoras.
Otra de las movidas de la petrolera es adquirir la arena que se utiliza en la inyección de los pozos en Chubut, para dejar de comprársela a China, Estados Unidos y Brasil. La inversión en arena por cada pozo no convencional es de US$ 1 millón.
Por decantación, se achicarán los planteles de trabajadores, muchos de los cuales cobran entre 40 y 60 mil pesos por mes. Sólo en la cuenca neuquina las petroleras destinan cerca de 1.000 millones de pesos por mes a los salarios de 28 mil operarios y ejecutivos. En este sentido, el líder del gremio y senador Guillermo Pereyra ya advirtió que el sindicato espera 700 despidos en los próximos meses. “Las empresas van a bajar costos como sea, vamos a ver quiénes pueden se reubicados y cuántos van a quedar afuera, el panorama se viene complicado”, le indicó Pereyra a Clarín. El sindicalista había puesto la mira en la situación de muchas contratistas que trabajan en rojo.
“Las empresas tienden a mejorar la productividad en un escenario adverso y esto permite ahorrar en costos. Bajar sueldos puede parecer fácil pero es impracticable. Pero en este momento podemos tratar de juntar a las partes, lograr que los trabajadores tengan una mayor pertenencia con la empresa y mejorar la productividad”, indicó a Clarín Marcelo Volonté, de la Cámara Empresarial, Industrial y Petrolera.