Incertidumbre en torno a las inversiones para el upstream
Los productores apuntan a garantizar un precio sostén para el petróleo durante el año que viene. Es clave para mantener los niveles de inversión.
En la Argentina existe una situación prácticamente inédita a nivel mundial: a través de un acuerdo entre productores y refinadores promovido por el Gobierno (que finaliza el 31 de diciembre), los automovilistas subsidian a los productores de crudo convalidando un precio interno competitivo del hidrocarburo más alto que el internacional. Para ponerlo en blanco sobre negro: mientras que el Brent –la cotización del barril en Europa– se paga por debajo de los u$s 49, el crudo de tipo Medanito extraído en Neuquén cuesta u$s 77. Y el Escalante, de Chubut, se abona en el mercado interno a u$s 63. Es decir, un 70% y un 55% más que en Europa respectivamente. Fue la respuesta anticíclica que encontró el ministro de Economía, Axel Kicillof, para proteger la inversión en los yacimientos locales y evitar que la crisis del petróleo –los precios se derrumbaron de u$s 110 a u$s 45 en apenas siete meses– terminara con el proyecto de recuperar el autoabastecimiento energético.
La gran pregunta que se hacen los empresarios petroleros es qué sucederá con los precios internos en 2016. ¿Qué hará el próximo gobierno? ¿Defenderá el acuerdo actual aggiornando el esquema a la evolución de las variables macroeconómicas, fundamentalmente al valor del dólar? ¿O, por el contrario, buscará que el precio doméstico del crudo converja con el internacional? La mayoría de las petroleras congeló la definición de sus planes de inversión para el año próximo hasta saber cómo se despejará ese interrogante. No es un tema menor: la industria de hidrocarburos invirtió este año más de u$s 10.000 millones. Sólo YPF cerrará 2015 con desembolsos por u$s 6.000 millones. Si aspira a repetir esos números, la petrolera reestizada precisa que los precios de los combustibles sigan siendo competitivos.
Por eso, algunas petroleras propusieron al Gobierno la creación de una selecta mesa de crudo para empezar a delinear un esquema de precios para 2016. La idea es acercarle una propuesta en concreto a Daniel Scioli, candidato presidencial por el Frente Para la Victoria, si resulta ganador en las próximas elecciones.
Primer paso
Por ahora es una idea germinal con escaso trabajo, pero que podría acelerarse el mes que viene. Algunas petroleras como Pan American Energy (PAE), la más perjudicada por el derrumbe del precio internacional del petróleo dado que exporta un 40% de su producción de crudo pesado en Chubut, acercaron esa idea a representantes del Ministerio de Economía.
El precio interno de los combustibles durante el año que viene estará atado al manejo de dos variables centrales: en primer lugar, a lo que suceda con el tipo de cambio. El precio de las naftas que se paga en surtidores alcanza para pagar u$s 77 al productor neuquino con un dólar a $ 9,45 como el actual. Qué sucederá en caso de que el próximo Gobierno quiera devaluar la moneda, como reclaman buena parte de los economistas. En ese caso, parece, a priori, muy complejo que los precios en pesos de las naftas puedan ajustar a la misma velocidad que la devaluación.
El otro factor de peso es el precio internacional del petróleo. Encontrar un valor competitivo para el mercado interno dependerá de cómo evolucione el barril. Miguel Galuccio, presidente de YPF, lo reconoció hace 10 días en Neuquén: “Tendremos que ir viendo cómo encontrar un precio justo para el mercado local. Y en ese sentido, no es lo mismo si el precio internacional es de u$s 40 que si trepa hasta los u$s 60”. ›|‹