Galuccio reconoció a El Cronista que «a partir de octubre volverán a subir las naftas». Las petroleras, que venían aplicando alzas en los surtidores que acumularon un 10% (luego de la reducción del 5% a principios de año), acordaron este mes frenar aumentos hasta después de las elecciones presidenciales. En enero, el precio de la nafta súper de YPF en Capital, por ejemplo, era de $ 11,31 por litro, mientras que desde principios de agosto es de $ 12,45.
Ante la crisis internacional del crudo, las empresas se comprometieron a mantener el nivel de actividad. A cambio, el Gobierno las autorizó a aumentar todos los meses el precio de las naftas y el gasoil, que se mueven entre el 1% y 2,5% mensual, al son del comportamiento del tipo de cambio. Hay preocupación en el sector por la manera en que el derrumbe del precio del barril afuera impacta en los ingresos de las compañías en el mercado local, que presenta además un plus con el persistente aumento de los costos. En este sentido, durante su análisis Galuccio advirtió que YPF «necesita financiamiento externo para crecer».
A su vez, estimó que «debemos que estar preparados para tener precios bajos durante dos años». «La Argentina tiene que esperar el balance del mercado que va a estar dado por la reducción de capital que existe hoy en la industria», aseveró. «Esa reducción es real, porque se cortaron 700 equipos en los Estados Unidos y un montón en otros lugares del mundo, por lo que se está invirtiendo menos y eso va a tener un efecto en la producción», anticipó.