Luego de varios años con pérdidas en los balances, no le hace falta mucho al director de Infraestructura y Redes del Grupo Enel, Livio Gallo, controlante a través de Endesa de la distribuidora eléctrica Edesur, para estar ilusionado con posibles cambios en el marco regulatorio y las tarifas de la mano del próximo gobierno de Maurici Macri.
“Estamos muy ilusionados con que haya un nuevo esquema que respete la institucionalidad”, dijo el directivo el jueves al concurrir a un seminario organizado por las consultoras Abeceb e Isonomía en Puerto Madero. Participó de una mesa junto a Ricardo Steinbruch, de la textil Vicunha, de Brasil, y a Marcos Bulgheroni, vicepresidente de Desarrollo Comercial de PAE, con la coordinación del CEO de Perfil, Jorge Fontevecchia. El directivo aseguró que esperan “una adecuada y razonable remuneración para sus inversiones”, y reconoció que comparativamente con las operaciones de Enel en todo el mundo hay un déficit de calidad en Latinoamérica y en la región.
De hecho, mostró los datos de interrupciones en el servicio promedio (Saidi, en la jerga técnica) en España, donde hay 70 minutos de interrupción de servicio promedio, un número que sube a 800 minutos en Brasil y 940 minutos en Colombia, y que llega, según el Power Point que exhibió el italiano, a más de 2 mil minutos en la Argentina. “No llego a ver el número”, explicó Gallo. Un minuto después, mostró el gráfico con el que se disculpa: el megavatio para el usuario residencial se paga US$ 14 en la Argentina, contra 194 en Brasil.
“Será importante recuperar la calidad del servicio”, dijo, y explicitó: “Las tarifas deben aumentar, y los subsidios bajar”. De sus ingresos en el país, 15% es tarifa y el resto, transferencias.