“Los estudios ambientales pueden potenciar los beneficios de la inversión”

Según Luis Cavanna, presidente de Ecotécnica América Latina

Tanto a los consultores como a los inversores se les presenta un escenario tan interesante como exigente, a decir de Luis Cavanna, titular de la consultora especializada en estudios ambientales para proyectos de inversión, Ecotécnica América Latina.

Las grandes obras de ingeniería –ya sean energéticas, mineras o de infraestructura– que se proyectan en el país para los próximos años requerirán estudios ambientales de distinto tipo, de acuerdo con la etapa en la que se encuentre cada proyecto. Así lo cree Luis Cavanna, presidente de Ecotécnica América Latina. “Hoy en día nadie duda de que los estudios ambientales resultan herramientas de gestión valiosas para el desarrollo de los negocios. Cuando están bien enfocados, permiten articular el proyecto con su entorno natural y social, además de potenciar los beneficios de la inversión y reducir los efectos no deseados de la obra. Esto se consigue cuando el estudio ambiental se realiza en el marco de una alianza estratégica entre el cliente y el consultor, a partir de la cual ambos comparten el objetivo de lograr un documento técnico, preciso, concreto y útil para gestionar adecuadamente la inversión”, asegura.
En estos casos, explica, se alcanza un resultado óptimo tanto para el proyecto como para el entorno natural y social donde se desarrolla. “Aunque debemos ser sinceros en algo: la idea suena interesante, pero no siempre resulta sencillo implementarla. Como suele decirse, del dicho al hecho puede haber un largo trecho”, admite.
Desde el punto de vista del consultor, señala, el desafío consiste en lograr un informe técnico de buena calidad, conciso, preciso y sin ambigüedades, donde se expongan las cuestiones ambientales realmente relevantes para la iniciativa. “El estudio debe estar focalizado en la obra y en su entorno inmediato, y la escala de análisis debe ser adecuada. Se debe evitar la inclusión de información poco relevante, ya que puede oscurecer el análisis (en lugar de aportar al conocimiento) y hacer dificultosa la lectura y comprensión del informe. A nadie escapa que la buena calidad de un informe técnico no está determinada por su volumen ni por su peso”, puntualiza.
Desde la perspectiva del cliente, agrega, el mayor reto pasa por comprender que un estudio ambiental bien realizado requiere tiempo, recursos y buena información del proyecto. “Tanto la información de ingeniería como los recursos normalmente se consiguen, pero el tiempo nunca sobra. Por este motivo, como el estudio ambiental puede demandar varios meses entre su elaboración y la aprobación por parte de las autoridades, es necesario que el cliente considere esta tarea en el cronograma de obras con la debida anticipación para evitar demoras no deseadas”, advierte.

Mayores exigencias

Tanto a nivel nacional como provincial, existen en carpeta grandes proyectos de inversión en materia de energía, minería e infraestructura de transporte, que van a requerir estudios ambientales de distinto tipo. A decir de Cavanna, esto se va a dar en un contexto interesante y exigente tanto para los inversores como para los consultores, ya que los estudios y las obras serán supervisados no sólo por los funcionarios, sino también por la sociedad. “Las autoridades de aplicación del marco regulatorio ambiental cuentan hoy con equipos técnicos capacitados y entrenados, capaces de controlar prácticamente cualquier proyecto de inversión. Han adquirido experiencia y capacitación, y son cada día más exigentes para que los proyectos cumplan con las normas ambientales vigentes. Disponen, además, de herramientas de gestión poderosas, como el marco regulatorio y los recursos que obtienen para la fiscalización de los proyectos en campo”, detalla.
Según sus palabras, la legislación ambiental –profusa en leyes, decretos, resoluciones y normas menores– les da un marco de referencia objetivo y de cumplimiento obligatorio en cada jurisdicción. “A su vez, la sociedad se encuentra informada y motivada para reclamar por un desarrollo sustentable que le permita vivir mejor cada día, sin que esto vaya en desmedro del ambiente en que habita. Reclama, en definitiva, por un desarrollo sostenible. En ese desafío estamos todos, y juntos lo podremos lograr”, concluye. ›|‹

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