Según Julio Ríos Gómez, titular de Gemera, requerirán 250 Mw
Ésa es la capacidad de generación que se debe incorporar para abastecer a 20 emprendimientos previstos para los próximos cinco años. Cuáles son las tecnologías más elegidas.
La elección de una solución para cubrir los requerimientos energéticos de un proyecto minero suele ser una instancia decisiva que impacta en el futuro sobre la economía del proyecto. Una mala decisión en ese ítem puede incluso provocar o acelerar el cierre anticipado de una mina.
En la Argentina, el espectro de tecnologías energéticas empleadas en los emprendimientos productivos es bastante amplio. Julio Ríos Gómez, titular de Gemera, la asociación que nuclea a las empresas exploradoras, preparó un exhaustivo relevamiento sobre el tema y lo presentó en Argentina Mining 2014, realizada en Salta durante los primeros días de septiembre.
Bajo La Alumbrera, el mayor proyecto cuprífero del país, en manos de Glencore Xstrata, es el de mayor demanda de energía. Consume alrededor de 100 megawatts por hora (Mwh) de potencia eléctrica, que toma del Sistema Interconectado a través de una línea de 220 Kw que une Tucumán con Catamarca.
Yamana Gold implementó una solución similar en Gualcamayo, la mina de oro que inauguró en San Juan en 2009. Allí construyó una línea de 132 Kw que conecta Jáchal con la localidad de Huaco. El consumo de la planta asciende a 8 Mwh. En tanto que Casposo, de Troy Resources, se abastece de una línea de 33 Kw especialmente tendida por la empresa canadiense, que requiere 6 Mwh de energía.
“Las obras de infraestructura que necesitó Bajo La Alumbrera para su desarrollo generaron beneficios secundarios para las zonas de influencia (llevó energía a la localidad de Santa María) y las provincias cercanas. Lo mismo sucedió con otros proyectos”, señaló Ríos Gómez. La misma vía seguirá Cerro Negro, la mina que Goldcorp está terminando de construir en Santa Cruz, que prevé la instalación de una línea de 132 Kw para consumir 12 Mwh de potencia eléctrica.
Lo que viene
Veladero, la mayor mina de oro del país, propiedad de Barrick, debió apelar a otra alternativa energética por la altura en la que está ubicado el yacimiento, a más de 4.500 metros sobre el nivel del mar en plena Cordillera de los Andes. La compañía canadiense, la principal productora aurífera del planeta, optó por instalar cuatro motores de generación de 5 Mw cada uno, que funcionan con gasoil. El consumo promedio de la mina ronda los 12,2 Mwh.
Por su parte, Cerro Vanguardia, de la sudafricana AngloGold Ashanti, optó por otra solución más económica: construyó un gasoducto de 40 km para generar energía con el fluido, el energético más barato del mercado, y abastecer de 6 Mwh a su mina de oro en Santa Cruz.
A futuro, Ríos Gómez presentó un listado de 20 proyectos que se pondrán en marcha en los próximos 10 años. “Las necesidades de energía de muchos de estos 20 proyectos, como es caso de los proyectos de cobre Pachón, Los Azules y Altar en San Juan, y Taca Taca en Salta, demandarán una potencia adicional de entre 180 Mw y 220 Mw de potencia”, analizó el directivo de Gemera.
Los próximos emprendimientos a ejecutarse en la Puna, como Lindero (oro), Salar de Cauchari y Sal de Vida, ambos de litio, prevén generar su energía a partir del gas, mediante el tendido de gasoductos.
“Lindero, con posibilidades de iniciar su construcción en 2015, instalará un gasoducto de unos 40 km de longitud para transportar 40.000 m3/día de gas y generar unos 10 Mw de potencia”, precisó Ríos Gómez.
“Salar de Cauchari y Sal de Vida (Salar del Hombre Muerto) piensan en un proyecto similar, aunque estaría en danza la construcción de una línea de 220 Kw utilizando la actual línea de AES Gener/TermoAndes sin uso, con un ramal hasta Olacapato”, analizó el especialista. “Taca Taca podría ser uno de los desarrollos más beneficiados con este anteproyecto”, concluyó. ›|‹