La complicada negociación por la asistencia crediticia rusa para la central hidroeléctrica Chihuido se topó en los últimos días con un inesperado escollo que podría implicar un nuevo retraso en el inicio de las obras. Según LPO, n las reuniones que vienen llevando adelante por la letra chica del “convenio de financiamiento”, los técnicos rusos del estatal Banco de Desarrollo y Comercio Exterior manifestaron su intención de cambiar la moneda del crédito comprometido para la represa neuquina. Ante los funcionarios que responden a Axel Kicillof, los representantes del banco moscovita pusieron sobre el tapete la posibilidad de pasar a rublos el millonario financiamiento que está pactado en dólares. Lo que está en juego es una línea de crédito que cubre el 85% del costo de Chihuido “hasta un monto límite de u$s 2.600 millones”. El plazo total del financiamiento se estira a 20 años, con 66 meses de gracia y una devolución en pagos semestrales que comenzará a correr después de terminada la obra. La movida de los rusos apunta a sacar ventajas de la devaluación superior al 40% que registró su moneda en los últimos 12 meses. Con la depreciación del rublo, los precios internos de los equipos que deben suministrar los proveedores rusos al proyecto han ganado competitividad y resultan más baratos dólares. Si bien ya rechazaron la jugada de los rusos, los funcionarios de Kicillof no descartan que ahora aparezcan otros condicionamientos que terminen demorando el desembolso de los fondos. Inicialmente se había previsto que el “convenio de financiamiento” iba a estar firmado antes de las PASO para arrancar con las obras en setiembre. Pero la nueva fecha límite ha pasado al 30 de setiembre.