Designado para conducir los destinos del Instituto Balseiro de Bariloche, Mariano Cantero reclama un apoyo más contundente a la ciencia y tecnología, en general, y un mayor protagonismo para el sector atómico, en particular.
Al promover la obtención de energía limpia y de amplia disponibilidad, la industria nuclear debería ser más valorada en el país. Así lo cree el flamante titular del Instituto Balseiro de Bariloche, Mariano Cantero. “No tengo dudas de que debe apuntarse a un uso de distintas fuentes de energía y a una diversificación de la matriz. En ese esquema, la energía nuclear tiene que ser uno de los principales actores”, opinó el especialista.
En ese sentido, lamentó las restricciones normativas y la oposición social que despertó la posible instalación de una central atómica en Río Negro. “Entiendo los temores, pero creo que éstos se deben a la desinformación. Lo cierto es que hubo desaciertos en el manejo de los tiempos del proyecto. La provincia se perdió la oportunidad de recibir una inversión de u$s 8.000 millones, con todo lo que eso hubiera significado en términos de infraestructura y empleo”, expresó. De haberse sentado a negociar con el Gobierno nacional, sostuvo, las autoridades provinciales habrían podido plantear la aplicación de subsidios para los rionegrinos, la implantación de nuevas industrias y la instrumentación de exenciones impositivas. “Desaprovechamos una enorme chance de desarrollo de recursos”, insistió.
A su entender, el conocimiento y la ciencia deberían convertirse en un verdadero motor económico para la Argentina. “Tendrían que ser uno de los instrumentos fundamentales a disposición del país para ayudarlo a salir adelante mediante la industrialización y el agregado de valor a la materia prima. Sólo así se generará más trabajo y bienestar para toda la sociedad”, subrayó.
Por estos días, indicó, la ciencia y la tecnología no escapan a la crítica realidad local. “El ingreso de los becarios, docentes e investigadores viene de sufrir un fuerte impacto. En los últimos ocho años, el salario medido en dólares se redujo a la mitad, mientras que el poder adquisitivo cayó alrededor de un 40%. La coyuntura también afectó negativamente la inversión en nuevos proyectos”, describió.
Compromiso público
Ingeniero nuclear recibido en el Instituto Balseiro y doctor en Ingeniería Civil por la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, de los Estados Unidos, Cantero es desde hace 10 años docente de la entidad que hoy dirige. En efecto, en 2009 volvió al país tras una estadía de una década en suelo norteamericano. Tras su regreso, posibilitado por un programa de repatriación de científicos argentinos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), fue vicedirector del Área de Ingeniería del Balseiro. “Veo mi nuevo cargo con mucho optimismo y una enorme sensación de compromiso, porque manejamos fondos públicos y eso tiene que hacerse con mucha responsabilidad”, aseguró. Uno de los mayores desafíos de su gestión, admitió el experto, estribará en lidiar con la fuga de cerebros. “Cada vez más egresados de carreras relacionadas con la investigación científica y tecnológica están hallando más oportunidades de crecimiento profesional y económico en el exterior”, reconoció. ›|‹