La tasa «vial» es un impuesto a los combustibles que establecen los municipios para recaudar más, al margen de los tributos provinciales y nacionales. En los hechos, encarece el precio para llenar el tanque de nafta y gasoil. Aunque el gravamen parecía olvidado, la municipalidad de Campana acaba de establecerlo desde el 1 de marzo. Le añade 40 centavos extra al importe de cada litro de nafta premium o gasoil de mayor calidad, 30 centavos a la nafta súper y 20 centavos al gasoil común.
Como Cambiemos prometió ir disminuyendo la carga impositiva, el intendente de Pilar -Nicolás Ducoté-, que es del PRO, eliminó la tasa vial durante al año pasado. Sebastián Abella, alcalde de Campana, también es del mismo partido y se mostró con María Eugenia Vidal y María Eugenia Vidal en un foro de intendentes de esa tropa. Ducoté y Abella forman parte del un espacio político común, pero su visión de la tasa vial parece diferir.
En septiembre de 2016, el municipio de General Rodríguez agregó la tasa vial, cobrando 35 centavos a cualquier litro de nafta o gasoil despachado en su municipio. Durante el año pasado, solo José C. Paz se había animado a impulsar este impuesto, capturando 27 centavos por cada litro despachado allí.
La venta de combustibles cayó en 2016 (salvo en las categorías premium, que registran una mejora muy leve) y los impuestos no ayudan en las estimaciones de mejoras por parte de las petroleras.
Las tasas viales nacieron de los distritos enemistados con el kirchnerismo. Les sirvieron para recaudar, al margen del Poder Ejecutivo nacional. Se extendieron por Córdoba y Santa Fe, haciendo que los valores de los combustibles en esas provincias superaran los de Buenos Aires por mucho.
Antes del último aumento, la nafta súper que estaba $ 17,08 en Buenos Aires se estiraba a $ 19,33 en Córdoba. Y la premium (Infinia YPF), que cotizaba a $ 19,30 en la capital del país, se despachaba a $ 21,32 en localidades mediterráneas
Ese cuadro se agravó con el último aumento, de enero del 8%. La súper de YPF pasó a $ 18,45 y la «premium» a $ 20,85, en la ciudad de Buenos Aires. Pero, en el conurbano, los números son más altos (en general, en torno a $ 1 por arriba). En el cordón norte del conurbano, hay tasas «viales» por doquier y también existen en el oeste del conurbano.
San Miguel y Vicente López fueron pioneros en esta tasa (20 centavos de recargo), seguidos por San Fernando (19 centavos) en 2013. Muy pronto, se sumaron un lote de municipios del conurbano norte: Tigre (18 centavos), San Isidro (26 centavos), Escobar (20 centavos) durante 2014.
En su momento, parecía una estrategia de los alcaldes encolumnados en el Frente Renovador (como era Joaquín De la Torre, ahora ministro del gabinete provincial de María Eugenia Vidal). Pero luego se propagó a otras banderas políticas: están en Hurlingham (12 centavos por litro), Malvinas Argentinas (15 centavos), San Martín (18 centavos).
Merlo fue uno de los más osados en la categoría, ya que no estableció una tasa en centavos, sino en porcentajes. Se queda con un 2,5% de cada litro de súper y 3% de la nafta premium. En noviembre de 2015, antes del cambio de Gobierno, Ituzaingó hizo su versión local, con un impuesto de 2% sobre el expendio.
En 2016, José C. Paz cargó con 27 centavos por litro y en septiembre, fue General Rodríguez el que estableció 35 centavos.
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