Mendoza será sede de un nuevo Centro de Evaluación de Combustibles Líquidos que contribuirá con el desarrollo y la puesta en valor del shale oil de Vaca Muerta. La instalación, que será la segunda de su clase en todo el país, será montada en el departamento de San Rafael.
De acuerdo con el ministro de Energía mendocino, Marcos Zandomeni, el emprendimiento es fruto de un convenio entre el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria (FACAI) de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). “La idea es aunar esfuerzos para brindar un mayor protagonismo a San Rafael dentro del negocio hidrocarburífero local y fomentar grandes beneficios para la provincia al alcanzar un importante desarrollo en las inmediaciones de Vaca Muerta”, explicó el funcionario en diálogo con este medio.
Según sus palabras, la ubicación del proyecto en el sur provincial no es para nada casual. “El departamento de San Rafael fue elegido porque se localiza en la región de Cuyo, pero a su vez muy cerca de Vaca Muerta, donde se espera un crecimiento significativo en función del aprovechamiento a gran escala de sus hidrocarburos no convencionales”, destacó.
De hecho, inicialmente estaba previsto que la propuesta se llevara a cabo en Malargüe, pero el nivel de logística de San Rafael inclinó la balanza en su favor. “Tanto el INTI como la FACAI brindarán su aporte para promover el análisis de todos los combustibles líquidos que se extraigan en Vaca Muerta”, garantizó Zandomeni.
La iniciativa se enmarca en el Programa Nacional de Control de Calidad de Combustibles (PNCCC), ideado ante la necesidad de la Secretaría de Energía de la Nación de optimizar los controles a los combustibles líquidos, entre ellos las naftas y el gasoil.
Alcance nacional
En el nuevo Centro de Evaluación de Combustibles Líquidos se determinará la calidad de los carburantes que se expenden en las estaciones de servicio, terminales, plantas, centros de distribución y toda otra dependencia que los comercialice o administre. Además, se verificarán todos los aspectos administrativos legales de inscripción de tales establecimientos ante las autoridades competentes.
Asimismo, se velará por el cumplimiento de las normas relacionadas con la seguridad en las instalaciones y el uso de los productos, y se relevarán los precios exhibidos al consumidor, tanto los indicados en los surtidores y bocas de expendio como los efectivamente abonados por el consumidor final.
Otra de las funciones principales del Centro de Evaluación será comprobar y verificar, tanto en el campo como en los laboratorios, la presencia de “marcadores” o trazadores a los efectos de corroborar el correcto destino de los combustibles y solventes con gravámenes diferenciados.
Se estima que la ejecución de este programa implicará controlar unos 500 establecimientos mensuales, repartidos en seis zonas del país. En ese sentido, habrá al menos un control anual en casi todas las bocas de expendio, más allá de los operativos especiales que eventualmente designe la Secretaría de Energía. ›|‹