Después de 30 años la Secretaría de Ambiente comenzará la remediación efectiva del complejo minero ubicado en San Rafael. La obra ya había sido anunciada con anterioridad pero hasta el momento solo habían avanzado las tareas preliminares. Un hito de la historia de la energía atómica en el país.
Tres años después de iniciado el proceso evaluativo de la Manifestación General de Impacto Ambiental del complejo minero Sierra Pintada (San Rafael), el secretario de Ambiente y Ordenamiento Territorial, Humberto Mingorance, finalmente anunció que los procesos de remediación para tratar los residuos nucleares de la zona tienen todos los avales para ser puestos en marcha.
Se trata de un trabajo que pretende extraer 12 mil kilos de uranio almacenados en contenedores para luego ser tratado en un sitio de «apertura segura de tachos». De iniciar pronto, las tareas podrían estar concluidas para el año 2025
El Complejo minero fabril Sierra Pintada fue explotado por la Comisión Nacional de Energía Atómica hasta el año 1997. Hasta esa fecha, el proyecto impulsó enormemente la economía de la provincia pero cuando se tornó más rentable importar uranio en lugar de producirlo localmente, la mina fue cerrada.
En los años que siguieron a 1997, los pasivos ambientales dejados en Sierra Pintada siempre fueron un tema de debate que se postergó debido a la complejidad administrativa de su tratamiento -en la discusión intervino desde el gobierno provincial hasta la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Universidad Nacional de Cuyo y la Corte Suprema de la Nación- y los intereses económicos contrapuestos, ya que durante mucho tiempo se intentó reabrir, sin éxito, el centro de producción minero.
Los trabajos que se realizarán ahora consistirán en sacar el uranio que todavía permanece en el agua y en los residuos sólidos que aún permanecen almacenados. Según declaró Mingorance, ese uranio extraído luego podrá ser destinado a distintos centro de la CNEA.
El titular de Ambiente también puso énfasis en el rigor de los controles que se pondrán en práctica para garantizar la seguridad de todo el proceso. «Además de las exigencias que se les pide a las empresas privadas con monitoreo remoto se le suma un triple control», indicó el funcionario detalló que «la misma Comisión ha contratado a una empresa para que haga todo el proceso de auditoría interno para lograr la remediación, a su vez se realizan los controles desde la Dirección de Protección Ambiental, el Departamento General de Irrigación controla la calidad de agua y la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de la UNCuyo como organismo de control externo».
«Es un proceso cerrado tanto para los líquidos como para los sólidos», aclaró Mingorance y explicó que, además, «el agua remediada va a servir para regar un acre forestal dentro del predio».
Por el momento, el proceso de remediación no implica la reapertura de la cantera. En esta primera fase tan solo se realizará la remediación de los pasivos ambientales que datan desde hace tres décadas. Fuente: Mdzol.com
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