Desde el municipio aseguran que se puede desarrollar la actividad con control ambiental y transparencia.
El gobernador Rodolfo Suárez afirmó a fines de mayo que “la minería en Mendoza es un tema cerrado”. Es que luego de las manifestaciones que se dieron a fin de año para que se diera marcha atrás con la ley que modificaba la 7.722, que prohíbe el uso de sustancias tóxicas para extraer minerales, el Ejecutivo Provincial tomó nota de la falta de consenso social. Aún así, en el sur provincial insisten en la necesidad de reactivar tanto los yacimientos como la economía.
Días antes, el intendente de Malargüe, Juan Manuel Ojeda, recorrió Agua Escondida y se expresó a favor de la actividad minera en su departamento, en donde entiende que existe “conciencia minera, y política ambiental de largo plazo” para que puedan coexistir las dos miradas.
“Aquí podemos contar con altos estándares de gestión, control ambiental y transparencia del manejo de las rentas públicas generadas por la actividad. Nosotros podemos transformarnos en un punto de partida, ser la demostración de que podemos tener una excelente política de Estado”, consideró el jefe comunal.
Ojeda también visitó la zona minera Don Sixto, en donde se encuentra uno de los 19 proyectos con mayor potencial económico para Mendoza, pero que se encuentran detenidos, según un informe de la Cámara de Empresarios Mineros de la provincia (Camem).
“Aquí no hay riesgo alguno de contaminación. Desde la década del 60 que se explotaron minas aquí, sin ningún tipo de recaudos de ninguna clase, ni siquiera para el personal que trabajaba y no hubo que lamentar consecuencias. Hoy, con la tecnología y los estudios que hay, se pueden hacer las cosas mucho mejor. La gente debe entender que Malargüe es minería y esto es vida y trabajo para Agua Escondida”, señaló Israel Martínez, uno de los vecinos del lugar, en diálogo con el intendente.
Don Sixto (minar de oro ubicado entre San Rafael y Malargüe), es uno de los proyectos en los que el sector esperaba avanzar a partir de la modificación a la ley minera, junto con Sierra Pintada (uranio), San Jorge (cobre y oro), Paramillos (plomo, plata y zinc), Elisa (cobre), Paramillos Sur (cobre), Papagallos (cobre y oro), Santa Clara (oro); Barroso, Cerro Amarillo, Matancillas, Callejón Grande, El Seguro y Quebrada Amarilla (cobre).
Sobre ese supuesto, Camem proyectó que en los primeros cinco años y con siete minas en producción, podrían generarse 1.215 millones de dólares. Sin embargo, el único proyecto que sigue en marcha, aunque en dos años deberá enfrentarse a una nueva evaluación en la Legislatura, ese Hierro Indio, que por sus características no requerirá el uso de productos químicos, y se encuadra dentro de lo que permite la ley 7.722.
Sin vías legales
Don Sixto tiene una historia larga en Mendoza, como la mayoría de las áreas de interés minero. En 1996, la Argentina Mineral Development (AMD) descubrió el potencial en “La Cabeza” (como se denominaba antes), y en el año 2000 la empresa Exeter Resource Corporation compró gran parte de los terrenos que conformaban el yacimiento que pasó a denominarse “Don Sixto”.
En 2007 se aprobó la ley 7.722 que prohibió la utilización de cianuro para extraer el oro y el proyecto fue cancelado. Cuatro años después, la minera Yamana Gold adquirió el total del emprendimiento, a la espera de las modificaciones, que finalmente se truncaron en diciembre de este año.
De todas maneras, los cálculos de la empresa daban cuenta de que la mina permitiría la extracción de 1,3 millones de onzas de oro, pero para separar al oro de la ganga de cuarzo, se precisaría utilizar cianuro.
“Creo que la posibilidad como se plantea es real pero no veo que podamos hablar de ello, o de San Jorge, si después no se puede avanzar con la extracción. Un Gobierno que debió dar marcha atrás con las modificaciones a la ley, a pesar de contar con el aval legislativo, no deja abierta la opción de hacer algún tipo de inversión para el sector minero, aunque existiera una posibilidad de extraer sin cianuro”, consideró Laureano Manso, coordinador del Clúster Energético de Mendoza (de la Unión Industrial de Mendoza).
El empresario consideró que “la pandemia ha acelerado todos los procesos de decadencia de las empresas”, pero desde antes de marzo ya se hablaba de la necesidad de ampliar la matriz productiva de Mendoza, y generar ingresos genuinos para que a la larga redunden en una economía sana, con ingreso al crédito a bajas tasas, y empleo.
“Cuando hablamos de mega proyectos, tenemos que ver las posibilidades reales, y aunque en Malargüe haya consenso real, no hay un camino de apertura desde lo legal, o una ventana sostenible para habilitar la actividad solo en esa zona. Ahora tenemos que hacer frente a una economía en retroceso, y buscar una salida a la economía real”, finalizó.
Hierro y Potasio
“En el corto plazo encaramos tareas que comenzaron en la gestión previa y que hoy son centrales, como llegar a un acuerdo con Vale para que Potasio Río Colorado vuelva a generar empleo en Mendoza”, explicó el ministro de Economía de la provincia, Enrique Vaquié, luego del discurso del 1 de mayo del gobernador.
Es que el Gobierno apuesta a que el yacimiento sea explotado por la empresa estatal china Shanghai Potash, pero antes debe recuperar los derechos, de las manos de la empresa brasileña. El proceso está en marcha (la auditoría para estimar activos y pasivos de la empresa, más los términos contractuales de la concesión), y las expectativas para el Ejecutivo son buenas, pero aún no hay fecha cierta para el cierre del acuerdo.
Así, el único proyecto que en la actualidad está funcionando es Hierro Indio, en su etapa de exploración.
“El proceso geológico empieza con la prospección, luego si la idea resulta buena se invierte en exploración. Recién de acá a dos años vamos a saber si el yacimiento es económicamente viable para explotarlo”, explicó Guillermo Re Kühl, geólogo argentino y dueño de la empresa Hierro Indio S.A (Alto Américas).
Antes del paso final, habrá que considerar el precio internacional del producto, y el proyecto deberá pasar por la Legislatura una vez más, a fin de obtener los permisos de extracción. “Hasta ahora todo es inversión a riesgo propio”, dijo.
“Yo ya sé que por el tipo de mineral no voy a usar químicos, entonces no hay conflictos con la ley 7.722. Sabemos con qué argumentos técnicos presentarnos para defender la inversión”, agregó Re Kühl.
Sin embargo, los efectos del coronavirus podrían sumar retrasos al proyecto. Con el comienzo de la pandemia se suspendieron las tareas de exploración antes de la llegada de las primeras nevadas, que hubieran causado el mismo efecto. Sin embargo, las tareas administrativas no se detuvieron, y una vez que se levanten las restricciones para viajar por el país, Hierro Indio retomaría su ritmo de trabajo, según lo proyectado, y con nuevos protocolos sanitarios. Fuente: Los Andes.
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