Con el impulso que la Casa Rosada dará a la explotación metalífera y de hidrocarburos, el gobierno provincial aspira a reactivar la mina que abandonó la brasileña Vale y un yacimiento de cobre antes de intentar otra vez con una ley marco.
Pasada la Fiesta Nacional de la Vendimia, el gobierno de Mendoza y su titular, Rodolfo Suárez, volverán a la carga con el frustrado proyecto de atraer inversiones mineras a la tierra «del buen sol y del buen vino» y así diversificar una matriz productiva.
Este fin de semana, la provincia cuyana vibró con la puesta en escena de su principal apuesta turística para el público local y extranjero. Y como sucede desde hace años, la elección de la reina nacional de la Vendimia sirvió como caja de resonancia de la política doméstica, con un nuevo rechazo a la minería a cielo abierto ante la mirada de políticos invitados, diputados y funcionarios del gobierno nacional, bajo la consigna de tener una provincia «con agua pura».
Pese al rechazo que acumula en una parte de la población, que la gobernación adjudica a la desinformación y a intereses «del lobby ambientalista», la provincia se apresta a reanudar negociaciones para reactivar la explotación metalífera y pasar la página del primer y duro revés que enfrentó el sucesor de Alfredo Cornejo al intentar pasar en diciembre una ley que habilitaba la utilización de cianuro.
El gobierno radical aspira a reactivar Potasio Río Colorado, un emprendimiento ubicado en el departamento sureño de Malargüe, tras la salida estrepitosa de la brasileña Vale en 2013, ante la fuerte caída del valor del precio internacional del mineral. E
Suárez busca un actor privado para poner en marcha la operación (su predecesor, Cornejo, tanteó a inversores chinos) en tanto una sociedad del Estado ya existente o por nacer sería la beneficiaria de los activos traspasados. Según las proyecciones, Potasio Río Colorado podría impulsar la industria petroquímica al ofrecer un insumo básico para la producción de fertilizantes, en un región lindera a Vaca Muerta.
Un poco más allá en el tiempo, el exintendente de la ciudad capital pretende iniciar la explotación de cobre en el proyecto San Jorge, en cercanías de Uspallata y sobre la espina dorsal de los Andes. Allí también existen reservas de oro que, de momento, permanecerán intactas hasta tanto se logre destrabar la oposición social. Ese emprendimiento podría generar 1700 puestos de trabajo muy por encima en salarios de los que paga la industria vitivinícola. Fuente: Cronista
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