El Gobierno avanza en la creación de la Empresa Provincial de Minería que gestionará el proyecto Potasio Río Colorado, en el sur mendocino. La Legislatura debe avalar la transferencia de los activos.
La maraña entre la minera Vale, la explotación de Potasio Río Colorado y la provincia de Mendoza se desentrañó. La rúbrica del contrato se hará en los próximos días y también, se avanza en una figura legal que contenga a los activos físicos e intangibles que recibirá Mendoza por parte de la empresa que tuvo intenciones de invertir en la producción de toneladas de potasio en Malargüe.
La Empresa Provincial de Minería será una sociedad anónima, creada por ley, con una estructura similar a la Empresa Mendocina de Energía SA (Emesa) que velará por estos activos. El proceso legal entre la rúbrica y el aval legislativo final de esas transferencias, esperan que no supere los dos meses. A partir de allí, se retomarán conversaciones con inversores que tengan interés en desarrollar el proyecto.
“El objetivo de la empresa provincial de minería es recibir los activos de Potasio Río Colorado, no podemos recibirlos y dejarlos como colgados en el aire. Emesa contiene muchos de los activos energéticos de la provincia, por las participaciones accionarias de Hinisa/Hidisa, Distrocuyo y algunos activos como parques solares, algunas tierras, y otras cosas. La idea es tener la empresa provincial de minería para gestionar y administrar en forma adecuada”, explicó el subsecretario de Energía y Minería, Emilio Guiñazú, a Los Andes.
El Estado provincial será el titular del capital societario y con la flexibilidad que permiten este tipo de participaciones, podrá incorporar socios según los emprendimientos que puedan surgir. El detalle fino sobre la estructura aún está en estudio, se están evaluando otras experiencias con sociedades anónimas estatales de otras provincias y buscando asesoramiento de especialistas en minería y de la Dirección de Personas Jurídicas (DJP).
De esta manera, “rescatamos lo que queda del proyecto, los activos físicos y los intangibles como derechos mineros, estudios de impacto ambiental, uso de agua, información geológica. Ese rescate de activos es lo que se consigue en esta negociación y el recipiente podríamos decirlo así, es la empresa. Queremos que haya un solo interlocutor con el que se pueda hablar de todos los problemas juntos”, apunta el funcionario.
Con el “choque de codos” entre la empresa brasileña y el Gobierno, empieza el tiempo de conseguir avales. En lo que concierne a Mendoza, el gobernador Rodolfo Suárez espera contar con el contrato para que sean Ricardo Canet, a cargo de la Asesoría de Gobierno, y Fernando Simón, al frente de la Fiscalía de Estado, quienes emitan los dictámenes al respecto del acuerdo rubricado. No hay plazos procesales para estas firmas, pero hay compromiso en cuanto a la celeridad, ya que ambos funcionarios han estado al tanto de los detalles de las negociaciones.
Luego, será el propio mandatario provincial quien a través de un decreto apruebe la transferencia de los activos de Potasio Río Colorado a la provincia de Mendoza.
Carpeta en mano y todos los avales necesarios, será la Legislatura provincial la que dé el último visto bueno a través de un proyecto de ley en donde se ratificará el decreto, dado que hay actos de disposición como es un acuerdo de este tipo y hay bienes de por medio. “Idealmente nos gustaría que en ese mismo proyecto de ley dijera ‘y se transfieren esos activos a la empresa provincial minera’, eso sería lo ideal”, se ilusiona Guiñazú.
Con las medias sanciones de ambas cámaras, que se obtienen por mayoría simple con la que cuenta el oficialismo, el asunto quedaría resuelto y la Empresa Provincial de Minería quedaría funcionando. La creación de la figura legal no es un obstáculo en el proceso administrativo que se necesita para recibir los activos de Potasio Río Colorado. Será necesaria para encaminar la administración de la mina y empezar a gestionar la búsqueda inversores.
Emilio Guiñazú es optimista y espera que “en 45 días o 60 días esté todo listo”. Por lo que “apenas se produzca la transferencia del activo a la provincia de Mendoza, tenemos que estar en condiciones de operarla, y para operarla necesitamos tener la empresa constituida y funcionando”.
“Lo más importante es retomar el contacto con inversores que tenían intereses. Terminada la conformación de la empresa y todo este proceso, volveremos a hablar para seleccionar un inversor para que trabajemos con la puesta en marcha de potasio”, cerró el funcionario.
Canteras y áridos, también en carpeta
La Empresa Provincial de Minería no sólo buscará alternativas para la explotación de potasio en Malargüe. Una vez que se avance en este emprendimiento, la intención es articular con las comunas.
“Hay municipios que se han acercado con proyectos, de canteras, explotación de mármol. Todas esas cosas las iremos evaluando en su momento para sacarle el mayor partido posible. El modelo de Emesa, ha sido muy útil”, indicó Guiñazú.
El funcionario destacó que algunos departamentos tienen minería de segunda categoría (minerales no metalíferos) y tercera categoría (áridos, carbonatos, y yesos), en donde “la participación de empresa provincial minera puede ordenar esa situación”.
“Hay muchas las oportunidades que tenemos para realizar cosas quizás no tan grandes, pero que no funcionan bien con el formato que se tiene”, destacó.
Claves
-Firma del acuerdo: en los próximos 10 días se rubricará el contrato entre la empresa Vale y el Gobierno provincial.
-Dictámenes: Asesoría de Gobierno y Fiscalía de Estado deberán emitir un dictamen con respecto al contrato.
-Decreto: Rodolfo Suárez, a través de un decreto, aprobará la transferencia de los activos a manos de la Provincia.
-Legislatura: será quien ratifique el decreto, a través de un proyecto de ley, y quien avale definitivamente que los activos de Potasio Rio Colorado queden en manos de la Provincia. Fuente: Los Andes
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