Según la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros
La minería a cielo abierto en la provincia actualmente gobernada por Alfredo Cornejo se encuentra prohibida desde hace casi 10 años, con la sanción de la Ley 7.722. No obstante, el enorme potencial metalífero sin explotar está haciendo reconsiderar la normativa.
Un informe elaborado por la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros (CAMEM) estima, sobre la base de los recursos conocidos, que el valor bruto de la potencial producción metalífera en Mendoza podría llegar hasta los
u$s 349.234 millones. La magnitud de la cifra, que multiplica por 10 el valor de las reservas de petróleo en la provincia, fortalece la postura de quienes creen que es hora de replantear la restrictiva legislación vigente desde la sanción de la Ley 7.722, en 2007.
El relevamiento de la CAMEM postula que hay 20 proyectos paralizados, algunos de ellos en etapa de desarrollo o factibilizados y otros en fase de exploración. Asimismo, calcula en u$s 16.793 millones las inversiones necesarias para poner en valor los minerales detectados.
Según el Consejo Empresario Mendocino (CEM), teniendo en cuenta esos números la provincia no puede darse el lujo de seguir prescindiendo de la actividad minera. “Son muy grandes las oportunidades que brinda nuestro territorio para el desarrollo de diversas actividades, entre las cuales figura la minería”, aseguró el titular del organismo, Federico Ostropolsky.
A su criterio, ya es tiempo de volver a pensar en el aprovechamiento a largo plazo de las riquezas mineras disponibles. “A la reactivación del sector debería sumarse el impulso a un corredor bioceánico que nos beneficie con una salida hacia el Pacífico a través de Chile”, expresó.
A decir del subsecretario provincial de Energía y Minería, Emilio Guiñazú, la extendida percepción de que la minería es una suerte de “peste” que hay que evitar por todos los medios resulta completamente errónea. “Hay que bajar el nivel de emotividad del debate e incrementar su nivel técnico para llegar a una discusión constructiva”, opinó.
Cambio de tendencia
Aunque la población mendocina siempre expuso una férrea oposición a la minería metalífera, la mala imagen del sector parece estar cediendo terreno a una moderada –pero creciente– aceptación. Así lo expuso una encuesta telefónica realizada el año pasado por la consultora Management & Fit.
Con un margen de error acotado (de un 4%) y un nivel de confianza de más de un 95%, el sondeo contó con la participación de 600 mendocinos de entre 16 y 70 años. Consultados sobre su posicionamiento con respecto a la actividad, un 45,8% se manifestó abiertamente en contra, mientras que un 36,7% se expresó a favor (el 17,5% restante quedó englobado en la opción “no sabe/no contesta”).
Si bien el sentimiento antiminero todavía sigue siendo mayoritario (por casi 10 puntos porcentuales), debe destacarse que hace cuatro años, poco después de la cancelación definitiva del proyecto cuprífero San Jorge, en Uspallata, el índice de rechazo se ubicaba por encima del 70%.
Según Management & Fit, las mujeres, los ciudadanos con estudios universitarios y los menores de 40 años se muestran menos dispuestos a aceptar el desarrollo minero. La actual relación entre desaprobación y aprobación es de 46,3%-33,7% en el segmento femenino y de 45,2%-40,1% en el masculino. En términos educativos, esa proporción trepa a un 50,3%-35,1% en el mayor nivel de instrucción, alcanza un 44,5%-36,4% en el nivel medio y se sitúa en 43,9%-38% dentro del nivel bajo. Con respecto a los jóvenes (de 16 a 40 años), el rechazo y el apoyo acaparan, respectivamente, un 50% y un 33,3% de las opiniones. ›|‹
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