Mientras busca un socio, el gobierno exigió que no haya despidos

La suspensión del megaproyecto de la compañía minera Vale en Mendoza aceleró las gestiones del gobierno tendientes a morigerar el impacto social de la medida, que de manera directa e indirecta pone en riesgo cerca de 6500 puestos de trabajo. En este sentido, el ministro de Trabajo Carlos Tomada y los gobernadores de Mendoza, Río Negro y Neuquén mantuvieron un encuentro con directivos de la compañía brasileña durante el cual exigieron la continuidad de los puestos de trabajo, por lo menos hasta dar con un plan alternativo para el emprendimiento, posiblemente a través de la entrada de un nuevo socio estratégico. «Se habló de plazos de seis meses o más, pero más allá de eso se le pidió a la empresa que preserve los puestos de trabajo hasta que se decidan las opciones en marcha», explicó una fuente oficial. Los directivos de Vale Argentina, encabezados por su titular Sergio Leite, pidieron tiempo para consultar a la casa matriz y habrá una nueva reunión mañana a las 10 horas. Además de Tomada, del encuentro participaron los gobernadores de Mendoza, Francisco Pérez; de Río Negro, Alberto Weretilneck; y de Neuquén, Jorge Sapag; el intendente de Bahía Blanca, Gustavo Bevilacqua; y el secretario de Minería, Jorge Mayoral, entre otros funcionarios. El gobernador Francisco Pérez dijo que la preocupación de los mandatarios es «que la medida no sea intempestiva y que se pueda llegar a un acuerdo paulatino por la gravedad social de dejar a más de 6000 trabajadores sin trabajo y ningún tipo de expectativa». En diálogo con la agencia Télam, Pérez explicó que durante la reunión se planteó un cronograma paulatino de cierre temporal, «pero para eso nos tienen que dar más precisiones». Por su parte, desde el gremio de la construcción (UOCRA) expresaron malestar por la decisión de Vale. «Es una actitud que tiene poco que ver con la seriedad empresaria, mucho más tratándose de un emprendimiento de esta magnitud», expresó su titular Gerardo Martínez, quien se encuentra en el exterior para participar de una reunión de la OIT. «Confiamos que el gobierno nacional, más precisamente la presidenta Cristina Fernández, está haciendo todo lo posible para que la obra no se paralice y conseguir los inversores que puedan darle continuidad», agregó según reconstruyó Tiempo Argentino.
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