Datos publicados por el Ministerio de Minería, durante 2022 el sector minero boliviano exportó 6.688,9 millones de dólares, una cifra equivalente a toda la producción estimada para los 10 años de vida útil del campo hidrocarburífero Mayaya 1, cuyo descubrimiento fue anunciado por el presidente Luis Arce en julio de 2024.
Esto confirma una tendencia de los últimos años: se registra una disminución progresiva de las exportaciones de hidrocarburos y el crecimiento de las ventas internacionales de minerales y su consiguiente peso en la economía boliviana. “Entre 2021 y 2023 el peso de la minería en el Producto Interno Bruto de Bolivia representó 1,9 veces el PIB hidrocarburífero” apunta el economista Atila Larico. De acuerdo con los datos de la Unidad de Análisis y Política Minera del Ministerio de Minería y Metalurgia en 2023, se infiere que, la proliferación de la minería informal ha relegado a la minería privada a producir solo el 36% del total de minerales, mientras que la minería estatal contribuye con apenas el 6%. A pesar de esto, la minería privada es responsable de atraer inversión, captar divisas para el país y exportar el 86% de los minerales.
Para completar el análisis es necesario considerar que, a diferencia de la minería desregulada, la minería formal genera pago de impuestos y regalías, genera empleo de calidad bajo las normas laborales y cumple con las regulaciones ambientales.
Fuente: el mundo bo