Moreno quiere extender hasta diciembre el tope a los combustibles

El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dedicó en las últimas semanas sus mayores esfuerzos a sumar adhesiones al blanqueo de capitales. En medio de esa cruzada, casi se le pasa por alto que este fin de semana vence el establecimiento de precios tope para las naftas y el gasoil en todo el país, una decisión que puso en marcha en abril a través de la resolución 35 de su cartera.

Impacientes, petroleros de trato frecuente con el funcionario le trajeron el dato a la memoria la semana pasada. Ante las consultas, Moreno les dio la respuesta que no buscaban: no quiere aumentos en los precios de los combustibles en las vísperas de las elecciones , por lo que tiene previsto extender la fijación de precios máximos hasta diciembre, según publicó La Nación.

La resolución de abril reviste algunas particularidades. Si bien tenía el precedente cercano del congelamiento de precios que había establecido Moreno en el sector de supermercados, siguió una receta distinta en los surtidores. Permitió remarcaciones en las bocas de expendio, pero les puso un límite: el precio máximo que se podía alcanzar durante los próximos seis meses no debía ser superior al valor registrado al día anterior a la publicación de la norma en el Boletín Oficial. Es por eso que las empresas comenzaron a aplicar ajustes de inmediato. El ejemplo más evidente fue la estatal YPF, que un día después del anuncio aumentó un 10% sus precios. Casi en seguida imitaron ese ejemplo Axion (la ex Esso), Shell y Oil, la petrolera de Cristóbal López.

En la ciudad de Buenos Aires, en febrero, de acuerdo con números de la Secretaría de Energía, el litro de nafta súper de YPF costó $ 6,349. En julio, el mismo producto escaló hasta $ 7,329; es decir, un 15% más que cinco meses antes.

La resolución de Moreno dividió al país en seis regiones. En la mayoría de los casos los precios de los combustibles se acercaron a los topes impuestos por Comercio Interior en los últimos seis meses. Pero en muchos de ellos superaron el límite fijado por el funcionario, en especial en las provincias.

«Si no se eliminan o actualizan los topes, las estaciones van a saltar el cerco. Salvo el caso de YPF, que vende por consignación, el resto de las petroleras fue aumentando y comenzaron a morder parte de la rentabilidad de los dueños de las bocas de expendio», explicó Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha). También reconoció que en la región noreste hay estaciones que «superaron los 10 pesos el litro en el caso de la nafta premium», un valor que está por encima de los límites impuestos por la resolución 35. Y reclamó: «Le congelaron el precio de venta al estacionero, pero no a las petroleras».

El valor del producto en el nivel mayorista fue, en efecto, uno de los puntos más cuestionados de la norma elaborada por Moreno. En el sector no descartan que la extensión de los precios máximos lleve aparejada alguna decisión adicional para contener no sólo los precios en los surtidores, sino a la salida de las refinerías.

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