Unas 500 mujeres serán incorporadas a la industria minera como operadoras en los yacimientos de oro y plata de la provincia de Santa Cruz a partir de 2021, como parte de un proyecto impulsado por la Asociación Obrera Minera (AOMA) cuya primera etapa se pondrá en marcha el próximo 3 de agosto.
La incorporación de mujeres a la industria es parte de un proyecto impulsado por la AOMA a largo plazo, cuya primera etapa se pondrá en marcha el próximo 3 de agosto con el inicio del curso virtual de introducción a la minería de la que participarán 275 mujeres, para completar luego, en una segunda etapa, un total de 500.
Las primeras 275 mujeres que harán el curso fueron seleccionadas a través de un sorteo público en el que se postularon más de 2.000 aspirantes.
El sorpresivo interés ante estos puestos, antes reservados a los hombres, llevó a AOMA a ampliar el cupo y sumar la figura de suplentes.
«Ante la demanda de aspirantes que superó las 2.000 inscriptas, AOMA resolvió que no solo las 40 titulares seleccionadas por sorteo público en cada ciudad -Puerto Deseado, Perito Moreno, Pico Truncado, Gobernador Gregores y Puerto San Julián-, sino también las 15 suplentes puedan realizar el curso de introducción online que empieza el 3 de agosto», informó a Télam Celeste Alarcón, vocera gremial.
En el primer tramo, 275 mujeres, 55 por cada una de las cinco ciudades santacruceñas, cursarán por aproximadamente dos meses a través de una plataforma virtual donde cada una tendrá su usuario, un docente, soporte técnico y tutor.
Quienes obtengan las mejores calificaciones podrán continuar con la capacitación específica para perforista, de unos 6 meses de duración, de carácter presencial, que dictará en la Escuela de Oficios para la Minería de AOMA, que muy pronto se inaugurará en Puerto San Julián.
Uno de los requisitos es que las postulantes sean nacidas en la provincia de Santa Cruz o puedan acreditar tres años de residencia.
Ante la «falta de mano de obra capacitada de Santa Cruz, la intención es que sean mujeres de la provincia las que puedan insertarse en la minería y mejorar su calidad de vida», explicó la vocera sobre los objetivos de AOMA en el marco de un plan a largo plazo.
Jenyfer López (25), de Gobernador Gregores, vio en esta convocatoria «una buena oportunidad para salir adelante» con su hija de 2 años y «poder brindarle una mejor vida».
Con ayuda de sus padres, la joven estudia actualmente la carrera de Enfermería en la sede Puerto San Julián de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA), una propuesta bimodal que en tiempos de pandemia continúa en forma virtual.
«Nunca imaginé la posibilidad de ingresar a la minería, pero cuando me enteré de este curso me interesó mucho y tuve la suerte de salir sorteada entre tantas inscriptas, así que la expectativa por aprender y conseguir insertarme en esta actividad», dijo.
Como operadoras mineras, las mujeres se prepararán para realizar perforaciones para exploración y producción, explicó a Télam Fabián Aguila, de la comisión directiva de AOMA.
En exploración operan con máquinas de aire reverso y con diamantina, con lo que se extraen a en excavaciones de más de 100 metros, materiales para determinar si un yacimiento es rentable.
«Generalmente en la etapa de exploración las perforaciones son de mucha profundidad, de más de 100 metros, porque se busca determinar también a qué profundidad llegan las vetas», dijo el dirigente.
En una máquina de aire reverso el trabajo es en equipo de hasta cinco personas, donde el operador u operadora cuenta con un ayudante de perforación y entre dos o tres personas que recolectan las muestras, las etiquetan y embolsan para enviar a laboratorio.
«En diamantina también, son entre cuatro o cinco personas para hacer la perforación y sacar el testigo, y el operador u operadora está en su plataforma guiando todo el proceso», añadió.
Las máquinas de producción a operar, en tanto, difieren según sea una mina subterránea (jumbo) o a cielo abierto (roto percutoras, taladro y explosivos).
Águila informó que en las máquinas de producción que hay en la zona, «generalmente trabaja un solo operador en la cabina, con un plano donde topografía le marca la inclinación y profundidad de la perforación a realizar».
«En subterráneo se utilizan los jumbos para hacer tanto la rampa de acceso hacia los minerales, tipo tirabuzón donde van bajando las rampas y después hacia los lados, en diferentes alturas o niveles, van buscando los minerales en las llamadas cámaras de minerales», detalló Águila.
También hay exploración en la etapa de producción añadió, «con el fin de ampliar la vida útil del yacimiento».
Las mujeres que aspiran a convertirse en operadoras mineras, cursarán teoría y práctica, con máquinas que aportarán las empresas mineras, y con visitas a los yacimientos.
La capacitación será rentada y los traslados estarán a cargo de los municipios, además de que las cursantes tendrán alojamiento y comida a cargo de AOMA por un acuerdo con las operadoras mineras. Fuente: Telam.
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