Negocian una nueva baja del precio interno del petróleo que contendría la suba de naftas

Para reducir importaciones de crudo

Productores y refinadores de petróleo negocian una baja del precio interno del barril para absorber toda la producción local del hidrocarburo. Aranguren admitió que podrían frenarse las importaciones de petróleo.

Desde mediados de mayo, la industria petrolera está discutiendo una situación que preocupa de especial manera a los productores de crudo: la sobreoferta del hidrocarburo en el mercado interno, que complica las finanzas y también la logística de varias compañías. De la primera reunión realizada en el Ministerio de Energía participaron los máximos referentes del upstream, como YPF, Pan American Energy (PAE), Chevron, Petrobras y Pluspetrol, y del segmento de refinación, con Shell y Axion Energy a la cabeza.
Como resultado de una serie de factores, como el incremento de la producción de algunas operadoras de Neuquén; la menor compra del combustible por la recesión de la economía; el derrumbe del precio internacional, que torna antieconómicas las exportaciones de crudo; la parada de planta de una refinería, y la importación de crudo autorizada por el Gobierno, hoy sobra petróleo en el mercado local.
Frente a ese contexto, el pedido de los productores es claro: limitar al máximo las importaciones de petróleo; tal vez la única variable sobre la que puedan incidir efectivamente. En concreto, en lo que va del año se importó un barco de petróleo liviano proveniente de Nigeria y otro más está llegando a fin de mes. Según el cronograma acordado con el Gobierno en enero, deberían ser seis cargas durante todo el año. Sin embargo, a raíz de la sobreoferta interna de crudo podrían ser menos. El propio Juan José Aranguren admitió en una reunión que mantuvo con inversores en Houston que el Ejecutivo buscará reducir la compra de cargamentos de crudo en el exterior para rebalancear el mercado interno, según presenció El Inversor Energético & Minero, que viajó especialmente a Texas para cubrir ese encuentro.

Escenario

La compra de petróleo en el exterior a precios más bajos que los del mercado local –u$s 50 por barril con los u$s 67,50 del mercado doméstico– oxigena las alicaídas finanzas de las refinadoras, en especial las de las no integradas, que no logran recuperarse del impacto de la devaluación de diciembre sobre sus costos (se encuentran prácticamente dolarizados). “Durante los primeros tres meses del año perdimos plata porque no logramos cubrir los costos”, indicó a este medio un encumbrado ejecutivo del sector. A fin de mantener los niveles de inversión en los yacimientos patagónicos, el petróleo Medanito se paga en el mercado interno a u$s 67,50, en tanto que el Escalante de Chubut cotiza a u$s 54,90, por encima del precio internacional, que repuntó, pero sigue por debajo de los u$s 50.
Como moneda de cambio, lo que ofrecieron las refinadoras es resignar la importación de crudo acordada a principios de año siempre y cuando los productores estén dispuestos a bajar el precio interno del crudo para reducir la brecha con el valor internacional; al menos para un porcentaje de la producción. “Las refinadoras se comprometieron a comprar al menos el mismo volumen de petróleo que procesaron en 2015. Uno de los problemas es que YPF incrementó su extracción de crudo Medanito (de la cuenca Neuquina), por lo que requiere menos petróleo de terceros para abastecer sus refinerías. Eso, sumado a la recesión del mercado de combustibles, complica el panorama del resto de los productores”, señalaron fuentes cercanas al Ministerio de Energía y Minería, que aspira a que sean los privados quienes encuentren una solución al conflicto. “La idea es intervenir lo menos posible, queremos que sean las empresas las que encuentren un nuevo punto de equilibrio”, agregaron. ›|‹

Salir de la versión móvil