Un jurado intercultural, el primero de esas características en Latinoamérica, declaró inocente del delito de «tentativa de homicidio» a la dirigente mapuche argentina Relmu Ñamku, según informó Amnistía Internacional, que observó el proceso. Ñamku estaba acusada de haber arrojado una piedra y herir a una empleada judicial, Verónica Pelayes, durante la resistencia a un intento de desalojo de la comunidad Winkul Newen, ordenado por la Justicia de la provincia de Neuquén en 2012, con el fin de que pudiera operar en esas tierras una empresa petrolera. El jurado, del que la mitad de los miembros eran mapuches, consideró a Ñamku inocente del delito mayor, pero la encontró culpable de daño simple. Paola García Rey, del área de Protección y Promoción de Derechos Humanos de Amnistía, dijo a Efe que el dictamen es «algo para festejar» y que se comprobó que «la herramienta penal seguía el objetivo de perseguir y silenciar a los dirigentes indígenas». «Hay una diferencia enorme entre ambos cargos, pero todavía no sabemos en qué se traducirá para el juez de la causa el daño simple, ya que es un proceso muy ‘sui generis'», añadió García Rey. Asimismo, contó que, una vez leído el veredicto, en la sala hubo «un clima de celebración increíble». Según el diario del juicio elaborado por Amnistía, el abogado defensor de Ñamku, Emanuel Roa, alegó que su cliente actuó «en legítima defensa del territorio mapuche» y que «hubo un actuar sistemático de la empresa y el Estado en contra de la comunidad». Asimismo, agregó que «no pudo probarse quién arrojó la piedra» y que «no hubo peligro de vida» para Pelayes.