El gobierno de Neuquén profundizó las gestiones ante un grupo de empresarios privados de Italia para invertir u$s 100 millones en dos proyectos de generación de energía geotérmica e incorporar 30 así MW de potencia instalada al sistema nacional para suministrar electricidad a miles de familias de todo el país, informó a Télam el vicepresidente de la Agencia de Desarrollo de Inversiones (ADI) de Neuquén, Luis Galardi.
«Queremos diversificar la matriz energética y para ello venimos trabajando muy fuertemente con inversores italianos para avanzar en la explotación y uso de energía geotérmica, un recurso poco conocido en Argentina pero muy difundido a nivel internacional», precisó Luis Galardi, titular de ADI.
La denominada energía geotérmica surge del aprovechamiento del calor interior de la tierra para extraer, a través de pozos, agua y vapor a alta temperatura que luego se incorpora en turbinas y, posteriormente, a un generador para producir electricidad.
En la actualidad, hay plantas en diferentes partes del mundo, como México, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua, países ubicados a lo largo del sector andino cordillerano, donde se localiza el mayor potencial del recurso geotérmico.
«Toda nuestra franja cordillerana, desde la Puna hasta Tierra del Fuego, tiene excelentes condiciones geológicas para explorar y desarrollar el potencial geotérmico de Argentina», se entusiasmó Galardi.
Según el funcionario, la provincia de Neuquén «está en condiciones de aportar inicialmente al sistema eléctrico nacional unos 30 MW de potencia instalada, lo cual representa una alta de energía proveniente de fuente limpia, renovable y no contaminante».
La ADI posee dos proyectos sobre energía geotérmica: Copahue, al noroeste de la provincia, y Domuyo, emplazado a 150 kilómetros al norte de la ciudad de Chos Malal.
Galardi estimó en «100 millones de dólares» la inversión necesaria para avanzar en Copahue, e informó que el proyecto de Domuyo logró importantes mejoras a partir de un acuerdo de cooperación internacional logrado con la Agencia JICA de Japón, hace algunos años.
Además, para Domuyo se logró un apoyo adicional en el marco del Programa de Estudio del Sector Energético (PESE) de la Secretaría de Energía y la Confederación Andina de Fomento.
El Vicepresidente de ADINQN especificó que el abastecimiento eléctrico a través del uso de la geotermia «tiene ventajas y es mucho más eficiente que otras fuentes renovables como la energía solar y eólica, ya que tiene un factor de utilización más alto, del orden del 95%, contra el 45% de la eólica y el 16% de la solar».
Por su parte, Eduardo Barreiro, consultor externo del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG), ponderó los avances logrados sobre reservorios geotermales y añadió que «con mucha tecnología, estudios e investigaciones, puede funcionar».
«Hay que hacer estudios geológicos importantes y muy complejos», puntualizó Barreiro, aunque exhibió cierto escepticismo al señalar que los proyectos para desarrollar energía geotérmica resultan, por el momento, «caros, poco viables y marginales».
En declaraciones a Télam, Barreiro sugirió que los investigadores del país deben buscar modelos exitosos a nivel mundial, como el caso de Islandia, «donde casi el 100% por la matriz energética es geotérmica gracias a la intensa actividad volcánica».
Por otra parte, Galardi destacó la reciente convocatoria del Plan RenovAr, que convocó recientemente el Ministerio de Energía y Minería de la Nación, aseguró que la misma «sobrepasó las expectativas y generó una bocanada de aire fresco» para el desarrollo de los proyectos de fuentes renovables.
Lamentó no haber podido ingresar con el proyecto Copahue en la reciente ronda del programa «ya que no nos fue posible dar con los socios estratégicos que necesitábamos», pero confió que «lo lograremos en las próximas etapas».
Ambos expertos aseguran que la energía geotérmica es una de las más respetuosas para la conservación del medio ambiente y se convirtió en una verdadera opción de renovables, ya que los reservorios provienen de fuentes naturales que se rellenan de forma continua y permanente.
Explicaron que, al ser una fuente de energía constante, se puede predecir la producción de cada planta geotermal con bastante precisión.
Esta situación difiere del funcionamiento de otras fuentes de energía renovables como la solar o la eólica, donde el clima juega un gran papel.
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