La estatal neuquina emprenderá este año el desarrollo de sus áreas exploratorias. Sólo resta definir si lo hará asociada con otras empresas o si buscará financiamiento dentro de la provincia.
Éste será un año de definiciones para Corporación Minera del Neuquén (Cormine), que tiene previsto iniciar el desarrollo de los proyectos de exploración metalíferos y no metalíferos que están bajo su control. “Con ese objetivo estamos evaluando la posibilidad de asociarnos con otras empresas o de buscar el financiamiento necesario dentro de la provincia”, asegura Martín Irigoyen, presidente de la compañía, en diálogo con El Inversor Energético & Minero.
Cormine cuenta hasta el momento con dos concesiones activas: Loncopué, proyecto judicializado por la oposición de vecinos autoconvocados, y Andacollo, operado por Minera Andacollo Gold, perteneciente a Minera Argentina Gold (MAGSA), una sociedad anónima conformada por capitales chilenos y –en menor medida– canadienses. “En esa mina de oro y plata venimos trabajando muy fuerte a nivel de controles y monitoreos. Para esta temporada esperamos mejorar la calidad en la gestión ambiental e integrar a las comunidades vecinas en ese aspecto, además de continuar con la producción de metales preciosos”, detalla el directivo.
Según sus palabras, también son destacables las labores que Cormine está llevando a cabo junto con la petrolera provincial Gas & Petróleo del Neuquén (G&P Nqn). “Estamos concentrando esfuerzos en pos de brindarle apoyo minero para sus operaciones de shale gas y shale oil. Vamos a proporcionarle insumos minerales, movimientos de suelo y otros servicios”, anticipa.
En definitiva, afirma, la idea es seguir promoviendo la minería neuquina mediante una acción estatal complementaria de la privada con el doble propósito de crear nuevas fuentes de trabajo permanentes y –al mismo tiempo– garantizar el desarrollo integral de la actividad.
Proyectos de interés
Algunas de las áreas más prometedoras que están en manos de Cormine son Los Filos I y II (manifestación de descubrimiento de oro próxima a la localidad de Chos Malal, en el norte neuquino, dentro de una zona conocida por su potencialidad metalífera) y Juan Cruz (manifestación de descubrimiento de asfaltita que se encuentra en la región central de la provincia), entre otras. La empresa también posee dos canteras de dolomita, mineral que puede ser utilizado en la industria de los fertilizantes.
Asimismo, es titular de cinco cateos en las áreas conocidas como Piuquenes, El Infiernillo, Arroyo Pincheira, Cancha Huingan Co y Pino Achado. En dichos bloques hay trabajos de prospección con resultados positivos para distintos minerales de primera y segunda categoría.
Fundada en 1975, en la localidad neuquina de Zapala, Cormine contaba con cerca de 100 propiedades mineras de recursos metálicos y no metálicos hasta 2001, año en el que ingresó en proceso de liquidación. No obstante, el gobernador Jorge Sapag decidió reactivarla en 2008, durante su primer mandato.
La decisión respondía a una estrategia provincial orientada a tomar las riendas de un negocio pujante a escala nacional y sentar las bases para que distintos inversores decidieran apostar por la exploración y explotación minera en Neuquén. ›|‹