Se trata de Andacollo, un yacimiento de oro y plata que actualmente se encuentra abandonado. Sus derechos de exploración pertenecen a la empresa estatal Cormine, que en 1998 había cedido la concesión a capitales chilenos y canadienses.
Neuquén licitará Andacollo, su único proyecto metalífero, antes de fin de año. Así lo anticipa el ministro de Energía provincial, Alejandro Nicola, quien considera terminado el contrato que Andacollo Gold posee sobre el área, situada en el norte neuquino.
La licitación depende de que la Justicia se expida al respecto. Pero teniendo en cuenta que la firma que originalmente estaba a cargo de capitales chilenos y canadienses incumplió sus promesas de inversión, detuvo sus actividades, dejó de pagar salarios y abandonó el yacimiento, todo indica que la mina volverá a manos de la estatal Corporación Minera del Neuquén (Cormine), que la había concesionado en 1998.
“Hoy la provincia está desembolsando alrededor de $ 2 millones mensuales para afrontar el salario de los 140 trabajadores afectados y llevar a cabo las tareas mínimas de mantenimiento del complejo, que no produce desde hace varios meses”, puntualizó Nicola.
Según sus estimaciones, reactivar la explotación de oro y plata ubicada entre las localidades de Andacollo y Huinganco implicaría una inversión cercana a los $ 20 millones, aunque primeramente debería conocerse el destino definitivo de las instalaciones del proyecto, ya que parte de éstas podrían usarse para cubrir las deudas dejadas por Andacollo Gold.
“Estamos evaluando todas las opciones con las que contamos para poner en valor el emprendimiento. Pero lo cierto es que en los últimos tiempos muchos empresarios nos manifestaron su interés por el área, en la que vislumbran un alto potencial productivo”, indicó el funcionario.
Sin tradición metalífera
La minería neuquina carece de tradición en el ámbito metalífero. De hecho, la actividad se ha basado históricamente en la explotación de áridos, minerales industriales y de tercera categoría. Además, su suerte a futuro parece entrelazarse con la del megayacimiento de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta.
A decir de Carlos Portilla, titular de la Dirección Provincial de Minería, organismo dependiente de la Subsecretaría de Minería e Hidrocarburos de Neuquén, los minerales industriales y los de tercera categoría explican más de un 70% de la producción a nivel provincial. “Con esos insumos esperamos abastecer el incipiente negocio del shale, ya que la explotación de Vaca Muerta necesitará recursos como la baritina, las bentonitas y las asfaltitas, entre otros”, expresó.
En su opinión, si bien estos proyectos no inciden en la economía como sí lo hacen los metalíferos, no es menos cierto que el proceso de industrialización de éstos genera un importante número de puestos laborales, además del valor agregado que logra incluirse a la materia prima. “En definitiva, de la mano de la industria petrolera la idea es que el sector minero no metalífero se posicione cada vez con mayor presencia en nuestra provincia”, completó. ›|‹