La nueva colocación de YPF en los mercados internacionales podría llegar con un fuerte golpe de efecto, ya que la tasa de interés podría ubicarse incluso por debajo del 8% anual. Tal como adelantó el viernes Ámbito Financiero, la empresa ya está trabajando para volver a colocar deuda bajo ley neoyorquina, tras la emisión que efectuó en diciembre. Una nueva salida internacional de la petrolera significaría una importante señal, ya que permitiría mejorar el nivel de reservas internacionales, ya que al menos parte de los dólares entrarían al mercado local por el canal oficial. Se estima que esta nueva transacción podría duplicar a la anterior, ya que podría llegar a los u$s 1.000 millones.
La colocación que efectuó YPF en diciembre fue por u$s 500 millones, a una tasa del 8,87%. El título arrancó firme, pero en enero cayó junto al resto de la deuda argentina, en medio de la fuerte pérdida de reservas y la fuerte devaluación que precipitó el Central. Sin embargo, en febrero recuperó posiciones y ahora se mantiene firme arriba de la paridad. En las últimas negociaciones que se registraron del bono YPF 2018, la cotización mostraba un precio levemente superior a los u$s 103, con un rendimiento implícito apenas superior al 8%. De esta forma, con apenas tres meses de diferencia se lograría una tasa un punto inferior respecto a la de fines del año pasado, según consignó Ámbito Financiero.
Teniendo en cuenta que en la colocación de diciembre había quedado mucha demanda insatisfecha, todo indica que habría muchos inversores institucionales interesados en incorporar algo de riesgo argentino a sus portafolios. Y en ese sentido el bono de YPF es percibido como más sólido que un título público. Probablemente, esto se vincule con el hecho de que la petrolera no entró en default en 2001-2002, aunque en aquel momento era propiedad de Repsol.
El plan oficial es recuperar acceso a los mercados internacionales de crédito, pero a través de YPF, aprovechando justamente que las tasas a las que puede acceder son sensiblemente menores. El Global 2017 -que es el más parecido al título que actualmente cotiza de YPF- rinde más del 13,5%. Esto revela que para el Gobierno resultaría prácticamente imposible hoy salir a tomar financiamiento externo, ante semejante nivel de tasas.
La próxima colocación de YPF se apalanca, además, en dos o tres avances importantes para la visión de los mercados: el nuevo índice de inflación diseñado por el INDEC, más creíble que el anterior, el acuerdo con Repsol para compensarla por la expropiación del 51% de YPF, y ahora la confirmación de que arrancan a fines de mayo las negociaciones para llegar a un acuerdo con el Club de París. Estos hechos deberían jugar a favor de la deuda argentina y ayudar a bajar el riesgo-país, que se mantiene por encima de los 900 puntos. Si esto sucede, resultaría esperable que los bonos soberanos recuperen valor y el rendimiento se acerque lentamente a la tasa mucho más baja que hoy tienen los títulos de la petrolera.