El incidente de la mina sanjuanina, el tercero en un año y medio, se produjo “entre las 17.15 y las 17.30” del martes y fue comunicado alrededor de las 22,30 por Barrick Gold al gobierno de San Juan.
Un comunicado de prensa del Ministerio de Minería de San Juan indicó que lo que se produjo fue “el desacople de cañerías ubicadas sobre un canal de contención que transportan solución rica (conduce oro y plata)”, lo que ocasionó un “arrastre y acumulación de material (ripio) contactado con solución rica, que se depositó sobre un camino horizontal compactado”.
El ministro del área, Alberto Hensell, sostuvo que el derrame “no afectó a personas ni cursos de agua y fue contenido por personal de la empresa” y que “al detectarse dicha situación se iniciaron trabajos para reparar la cañería y reingresar el material desde el dique de contención al Valle de Lixiviación”.
El comunicado indica que desde la Secretaría de Gestión Ambiental y Control Minero “se organizó un equipo de inspección encabezado por el ingeniero Eduardo Machuca, a efectos de determinar in situ lo acontecido”. El grupo estaba llegando este mediodía a la mina en la cordillera andina para luego emitir un informe.
El incidente provocó nuevamente reacciones en la comunidad del departamento de Jáchal, desde donde en la asamblea ciudadana Jáchal No Se Toca, volvieron a reclamar “el cierre de la mina Veladero para que deje de contaminar”.
Dos de sus integrantes reiteraron hoy a medios locales el triple pedido de “cierre, remediación y prohibición de la mega minería a cielo abierto” que viene proponiendo la organización.
Los asambleístas indicaron que en el departamento del norte sanjuanino, ubicado a más de 300 kilómetros de la mina, “cundió la alarma y la preocupación porque todavía no se sabe cuáles van a ser las consecuencias de un nuevo derrame que demuestra que Barrick no está capacitada ni tiene la preocupación para cuidar el medio ambiente”.
Desde la empresa aún no se informó oficialmente sobre el incidente, el tercero después del ocurrido en septiembre de 2015 en el Valle de Lixiviación, donde se volcaron un millón de litros de agua contaminada con solución cianurada sobre el Rio Potrerillos, por lo que la empresa recibió del gobierno local una multa de 145,7 millones.
Luego, el 8 de septiembre de 2016, hubo un nuevo incidente de similares características, aunque en esa oportunidad no hubo contaminación de cursos de agua. En Minería “está en trámite la multa que le va a corresponder a la empresa por el accidente”, según Hensel.
A raíz del nuevo derrame, el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, advirtió que será «implacable con el cuidado del medioambiente”, dijo que “Barrick van a tener que ponerse a la altura de las circunstancias” y adelantó que le aplicarán una multa a la empresa. «Así, manteniendo en vilo a los sanjuaninos y al Gobierno no se puede seguir”, dijo el mandatario local, quien agregó que «supuestamente no es algo grave”, tras detallar que “lo que vamos a hacer es tener primero apreciación de la policía minera, del secretario de gestión ambiental y a partir de ahí dar la información pertinente».
Uñac opinó que “Barrick sigue teniendo una operación que está siendo cuestionada por los sucesivos eventos que se vienen produciendo” y que “vamos a tomar desde el punto de vista legal y administrativo todos los recaudos pertinentes».
Como Hensel indicó que la empresa “debía cambiar las cañerías después del incidente del año pasado, Uñac dijo ahora que no tiene elementos para decir que puede hacer falta de inversión, pero señaló que «evidentemente algo está fallando” y que le preocupa «la situación de la empresa, que cada dos por tres está teniendo algún evento”.
«Vamos a ir con todo el peso de la ley porque entiendo que allí trabaja mucha gente y que es una actividad productiva muy importante para la economía de la provincia”, añadió el gobernador, quien sostuvo que su administración tiene «la obligación de velar por el medio ambiente y porque la actividad minera se realice dentro de los parámetros que marcan las leyes”.
Según la información preliminar, el derrame se produjo dentro del Valle de Lixiviación, que es una enorme cuba impermeabilizada, donde se dispone la roca molida y se riega con solución con cianuro.
Ese líquido ácido disuelve los metales y va a parar a un dique inferior desde donde es bombeado a una planta que separa el oro y la plata del agua cianurada, que se regresa al proceso.
De acuerdo con la información suministrada por el gobierno, una de las cañerías de gran porte que transporta a presión la solución rica, llamada así porque contiene oro y plata, se desacopló y erogó un volumen aún no precisado de líquido, que produjo arrastre de material (roca) que llegó hasta el dique de contención.
El informe indica que el material sólido, que estuvo en contacto con solución con cianuro, llegó hasta un camino consolidado que no se sabe si está dentro o fuera de la zona segura del Valle de Lixiviación impermeabilizado con arcillas y geomembranas.