Andacollo Gold inició formalmente sus tareas de exploración en el cerro San Pedro, cerca de Huinganco, dentro del departamento neuquino de Minas. En concreto, la minera de capitales canadienses y chilenos comenzó a cavar una galería para llegar a la veta Karina, donde hay alentadores indicios de oro y plata. Dichos trabajos generaron cierta controversia a nivel comunitario y legal.
Ocurre que los vecinos de Huinganco protestaron por las explosiones. Asimismo, concejales opositores denunciaron ante la Justicia al intendente Ceferino Moya, a quien acusaron de permitir el incumplimiento de una ordenanza que impide hacer explosiones a menos de 1.000 metros de cañerías de gas.
A decir de Carlos Portilla, director provincial de Minería, la norma en cuestión alude de manera general a voladuras y no está fundada en términos técnicos. “Lo cierto es que no hay vibraciones en la zona urbana que está a unos 400 metros del cerro: sólo se escucha el ruido de las actividades que se están realizando”, explicó.
Según el funcionario, la empresa tiene planeado buscar la veta y eventualmente realizar una evaluación de reservas. “Andacollo Gold quiere efectuar un proceso industrial de concentración por flotación y luego trasladar ese insumo a refinerías de Chile por el paso Pino Hachado, donde se llevaría a cabo la última etapa para la obtención de los metales preciosos. En este caso puntual, estaríamos hablando de minas argentíferas más que auríferas”, explicó.
Vale destacar que los vecinos ya mantuvieron una reunión con directivos de la minera, quienes se comprometieron a prevenir la onda expansiva de sus actividades, además de tapar la bocamina al momento de activar explosiones, sólo usar explosivos de bajo impacto y emplearlos en dos lapsos diarios (de 11 a 13 y de 18 a 20 horas).
Con una población de casi 1.000 habitantes, Huinganco se ubica a los pies de la Cordillera del Viento. Se trata de una aldea pintoresca, rodeada de montañas abruptas y bosques de coníferas.