Pan American Energy (PAE), la segunda productora de petróleo del mercado argentino, desembarcará en México para producir hidrocarburos en el offshore de ese país. La petrolera, que es propiedad de la británica BP, la china CNOOC y la familia Bulgheroni, se adjudicó ayer el área contractual número dos, que incluye el campo Hokchi de 42 kilómetros cuadrados. La operación se concretó bajo el paraguas de la segunda compulsa de la Ronda 1, que en el marco de la reforma energética promovida por el gobierno de Enrique Peña Nieto está licitando por primera vez en la historia el acceso de empresas privadas al negocio de exploración y producción de hidrocarburos.
PAE está presente en la Argentina, donde tiene su principal bunker (produce más de 90.000 barriles diarios de petróleo y 15 millones de metros cúbicos diarios de gas), y también en Bolivia. La llegada a México es una apuesta por diversificar su negocio. La compañía prevé desembolsar más de US$ 200 millones para comprobar el potencial del campo y ponerlo en producción, según indicaron a El Inversor Online fuentes del mercado. Desde PAE optaron por no realizar declaraciones al respecto.
En concreto, la operadora firmará un contrato de explotación compartida con el gobierno mexicano para explotar el área que durante 25 años con la posibilidad de prorrogarlo por otros 10 años más. Integrará un consorcio con la empresa E&P Hidrocarburos y Servicios, una subsidiaria de la propia PAE para operar en el país norteamericano.
El desembarco en el Golfo de México hace sentido desde varios vectores. En primer lugar, es una de las regiones de mayor productividad de hidrocarburos del planeta con lo cual el riesgo exploratorio es relativamente bajo. PAE dedicará los primeros tres años para evaluar en detalle el potencial del bloque. Segundo, el proyecto le permitirá hacer pie como operadora en el segmento offshore, es decir, en el mar. La empresa controlada por los Bulgheroni integra un consorcio con Total y Wintershall que explota el complejo Carina-Aries, el mayor complejo offshore de la Argentina, pero en ese caso la operación está a cargo de la petrolera francesa. Este será el debut en ese negocio. Tercero, PAE desarrollará, específicamente, pozos someros de alrededor de 2600 metros de profundidad total con un colchón de agua de entre 30 y 40 metros. La iniciativa le aportará el know how para llevar adelante ese tipo de perforaciones que, a priori, tienen alguna semejanza con las que la compañía tiene en carpeta para colocar frente a las costas de Chubut, en el offshore del Golfo San Jorge.
PAE rubricará un contrato de explotación compartida con el gobierno mexicano. En ese sentido, para adjudicarse el campo ofreció un valor mínimo de la participación del Estado en la utilidad operativa de 70%, respecto al 35,9% que solicitaba la administración de Peña Nieto, y propuso un incremento en el programa mínimo de trabajo de 100%. El pliego pedía 0%. En la práctica, para saber con qué porcentaje de la producción se quedará el Estado mexicano se deberá aplicar una compleja fórmula polinómica que cruza una serie de variables, entre las que figuran el precio internacional del petróleo, la extracción efectiva del campo y la inversión real en el desarrollo.