La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para proyectos, que depende de la ONU, aseguró a través de un informe que el derrame de agua cianurada que se produjo en septiembre del año pasado en la mina Veladero, explotada por Barrick Gold en San Juan, “no afectó a las poblaciones cercanas”. Según detalló Marcelo Ghiglione, secretario provincial de Gestión Ambiental y Control Minero, “el informe dejó en claro que del derrame ya no queda ningún rastro en los ríos y en las zonas que se vieron afectadas”. El 14 de septiembre de 2015, Barrick reconoció “un incidente derivado de la rotura de una cañería que conduce solución cianurada”. A través de un comunicado oficial, la firma aseguraba que no había contaminación en la cuenca del río Jáchal y que la salud de los trabajadores no se había visto afectada por el derrame. Felipe Saavedra, ministro de Minería provincial en ese momento, sostenía que no había riesgos para la salud humana. En ese momento, no obstante, la gobernación de San Juan había pedido a los pobladores de las localidades de Maliman, Angualasto y El Chinguillo que no consumieran agua por una posible contaminación. Según Clarín, la situación se volvió más alarmante -y más repudiada por ambientalistas y vecinos- cuando, 10 días después del derrame, la propia minera tuvo que reconocer que el derrame de agua con cianuro en la mina Veladero había sido de 1.072.000 litros, cuatro veces mayor al informado inicialmente. El informe de la ONU se hizo a través de 165 muestras de agua tomadas entre el 5 de octubre y el 1° de noviembre del año pasado, a lo largo de 200 kilómetros de vías fluviales.