Tras dos meses de negociaciones sin alcanzar un entendimiento, la Federación Nacional del Petróleo y Gas Privado dispuso anoche en forma sorpresiva iniciar un paro por tiempo indeterminado en la industria del gas, que afectará en especial la producción y distribución de garrafas, en reclamo de un incremento salarial del 30% para los trabajadores del sector. La medida de fuerza fue dispuesta por la federación sindical que encabeza el diputado nacional Alberto Roberti, alineado con la CGT oficial que lidera Antonio Caló y referente del massismo, luego del fracaso de la nueva audiencia de negociación que el gremio mantuvo con las empresas de la actividad, bajo la mediación de funcionarios del Ministerio de Trabajo.
Roberti explicó a este diario que la huelga por tiempo indeterminado se resolvió ante la falta de propuestas salariales de las empresas YPF Gas, Cañuelas Gas, Amarilla Gas, Totalgaz, Shell Gas, Italgas, Dolores Gas, Axion Energy, New Gas y Petrobras División Gas. Según explicó el sindicalista, el gremio comenzó las discusiones salariales con un pedido de incremento del 35%, reclamo que luego redujo al 30% como “concesión” para intentar cerrar un acuerdo, lo que aún no fue posible tras más de dos meses de negociaciones. “Seguimos como el primer día porque no logramos ni siquiera una propuesta de aumento del sector empresario. El Ministerio (de Trabajo) intentó alinear la negociación, pero no fue posible, por lo que se decidió la medida”, indicó. Y remarcó que ya se agotaron todos los plazos de la conciliación obligatoria entre las partes para evitar una profundización del conflicto.
La medida de fuerza afectará sobre todo el abastecimiento de garrafas comunes y garrafas sociales y se hará sentir en aquellas provincias del norte del país que no poseen gas natural, como los casos de Corrientes, Formosa, Chaco, Misiones, Tucumán, Salta y Jujuy, además de Mendoza, parte del territorio de Santa Fe y de la provincia de Buenos Aires. Esa situación perjudicará, además, a los sectores más vulnerables que no tienen conexión al gas de red.
El propio Roberti admitió ayer los efectos del paro, pero responsabilizó a las empresas por el conflicto. “Seguramente el faltante de este vital producto afectará al consumo de manera inmediata, poniendo en riesgo el normal abastecimiento en gran parte del país”, señaló el dirigente. Y agregó: “nuevamente la cerrada negativa de los empresarios del sector del gas mandan al paro a sus propios trabajadores”.
Fuentes de la cartera laboral remarcaron que continuarán hoy las negociaciones con el gremio y las empresas para intentar un acercamiento que permita levantar la medida de fuerza.