«Coherente» con la posición mantenida respecto de los prtocolos de Kioto, rechazado en su momento por el republicano George Bush, Estados Unidos podría deshacer el acuerdo firmado en 2015 en la COP21 para reducir las emisiones globales. Mientras los países miembros de la OPEP intentaban ponerse de acuerdo respecto de las cuotas de producción y los observadores arriesgaban sobre cuál será el precio del barril en los próximos meses, gobiernos y productores polemizan entre continuar con la explotación de crudo o «zambullirse» en la generación y producción de energías limpias en virtud del pacto firmado en París.
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