En contra de lo convenido entre productores y sindicatos
Proveedores y contratistas no firmaron el aumento salarial del 28% aprobado por petroleras y gremios. Preocupación por un eventual incremento de la conflictividad sindical.
Apenas dos semanas después de que la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos (CEPH), que agrupa a las petroleras con YPF, PAE y Total a la cabeza, cerrara una paritaria en torno al 27,8% anual, las tensiones por la negociación salarial del sector se reactivaron a principios de agosto. A pesar de que el acuerdo fue aprobado por el Ministerio de Trabajo, resta un aval clave: el de las empresas de servicios petroleros, nucleadas en la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras (CEOPE), que se opone a firmar lo homologado por la cartera que dirige Carlos Tomada.
En la práctica, las compañías de servicios –proveedores y contratistas– son las que emplean a la mayor parte del personal petrolero. Desde la CEOPE sostienen que las operadoras (petroleras) se comprometieron a pagar el incremento salarial de los trabajadores empleados en forma directa en los campos, pero no así el del personal administrativo o del que está en las bases. Eso implica para las empresas de servicios un incremento de los costos laborales que no cubre el acuerdo homologado por Trabajo.
A raíz de eso, hasta esta semana existía incertidumbre en la industria en torno a si las empresas nucleadas en la CEOPE iban o no a pagar los aumentos convenidos con los sindicatos. Finalmente, la Cámara siguió firme en su postura de no avalar el acuerdo, pero accedió a pagar los sueldos de agosto (abonados entre ayer y hoy), mientras sigue negociando con las petroleras un reconocimiento de sus mayores costos.
Existe un punto adicional: las compañías de servicios sostienen que las productoras bajaron el nivel de actividad e inversión en los yacimientos durante los últimos tres meses. De ese modo, fueron en contra del acuerdo firmado a fines de 2014 entre Gobierno, petroleras y sindicatos, según el cual las operadoras se comprometieron a sostener los niveles de inversión a pesar de la caída del precio internacional del crudo.
De hecho, es la primera vez que contratistas y empresas de servicio empiezan a divisar problemas serios de caja de YPF –el mayor jugador del mercado– para sostener programas de inversión. Algunos proveedores señalan una ralentización de la actividad y hasta la cancelación de proyectos por la imposibilidad de pagar los contratos.
Ralentización
“Hay equipos de perforación que hoy no están en actividad, y en líneas generales, se ralentizó el nivel de actividad”, señalaron a El Inversor Energético & Minero allegados a la CEOPE. Frente a ese escenario, los proveedores apuntan a lograr un reconocimiento de sus mayores costos por parte de las petroleras. Puede materializarse a través de un aumento de tarifas de los servicios contratados.
“En enero de este año, las grandes petroleras nos recortaron, en promedio, en un 5% el valor de los servicios contratados. Es complicado hacer frente al aumento de los costos laborales y a la inflación en general en los precios de insumos y materiales si no recomponemos nuestros ingresos”, cuestionó el gerente de una empresa de servicios especiales.
Las petroleras, en cambio, alegan que la abrupta caída del precio internacional del petróleo –hoy en torno a los u$s 50– no deja margen para aumentos. Y señalan que la crisis del crudo ya provocó más de 100.000 despidos a nivel mundial. ›|‹